Álgebras felinas

ÁLGEBRAS FELINAS

El gato sabe aritmética. En su perfil felino se advierten las huellas
que dejaron los números, cifras preclaras de su concierto nocturno.

En su estiramiento matutino al espantar su pereza innumerables dígitos se esparcen de su pelo. Cuando camina para cazar desprevenidos roedores, cuando trepa y salta desde una tapia y cruza los techos, toda una siderurgia geométrica se adivina entonces.

Cuántas fórmulas algebraicas serán necesarias para calcular su recta caída?. Cuántos teoremas han de probarse por no hacer ruido entre los dormidos objetos de sala?, o escuchar su sigiloso latido que advierte conjugaciones de imaginarios y capicúas?.

Tiene un limite cada vez más infinito cuando distendido duerme avizor con sus oídos prestantes.

El gato sabe aritmética, de la simple y la compleja.

Imaginemos trazar sus álgebras ocultas, sus tenaces funciones que fluctuan entre arañazos y sueños, galopes imprevistos, ronroneos de euforias o tal vez de miedo, como un temblor previsivo en espejos de bronce.

 

Muchas Gracias Mustaine, a veces en lo elemental de la animalidad se pueden esconder figuras poéticas intresantes, tu y yo tenemos que descubrirlas y convertirlas en poemas.

Un abrazo.

Jairo