Alimento de estrellas

A veces encuentra que todo lo que hace es inútil, es solo un patético modo de acallar esa molesta voz que reza: “Aquí no hay nada para ti”; es entonces cuando se refugia en su caparazón oscuro y espera que la tormenta pase, que se la lleve la corriente… mas esa tormenta y ese mar nunca se detienen…
A veces salía de su casa a escondidas y se ponía los zapatos carmín de su madre, con aquellos tacos altos y finos, se escapaba a fiestas donde nadie la conocía pero al final todos se acordaban de ella, entonces se enamoraba de un fulano de cabellos rizados y sonrisa de niño, él quería obligarla a creer y ella que ya no creía en nada le mostraba sus princesas ebrias que se hicieron lesbianas esperando al príncipe azul. Èl solo reía y le decía que no podía amarla porque le hacía recordar a su hija…
A veces se iba de noche a resbalar por el aire nocturno, a buscar un hogar donde fuese reina y no una inquilina más. Aunque quisiera desterrar esa idea una, dos o diez mil veces, ella volvía tan elegante y convincente que no la podía dejar ir. Esa idea que le pedía a gritos que corriese ya que todo pasa y el tiempo fue el único que se aseguro un lugar en lo eterno, mientras que nosotros somos solo el polvo de un comenta que paso para alimentar a las estrellas.

Salu2

 

me gusto mucho, hace rato que no leia algo tan bueno en esta pagina,,,
saludos

 

Gracias por la lectura y el comentario.

salu2