Allá

La oscura divinidad de mis sentimientos,
mi muerte pronunciada desde hace tiempo;
envejece, envejece y no más no viene.

Me asombro de mi vago, escalofriante
y sutil mar de palabras transeúntes
de baños de rosas y cuerpos exuberantes:

A la que espero y no llega
A la que llamo y no contesta
A la que vetusta y loca no muera

Diabólicas mis manos de sangre cubiertas,
enfermos mis sueños hundidos en primaveras,
cabellos de oro y ahora de plata;
No llegas, no llegas, muerte lejana
cercenada y mocha
la muerte nocturna.

¿Quién toca la puerta?
¿Será ella?, ¡Es ella!
¡Diabólica¡ ¿Quién es ella?

 

Excelente!!!