Alma rasgada

Yo vi mi corazón sangrante con el puñal en los ojos del agresor infame, era un día inesperado como otros, me aparte en silencio con una vos temblorosa a descubrir lo oculto entre líneas sobre el espejo, leía palabras de amor al viento, desolada sin control alguno tire los recuerdos, enfurecida y encarnada en cuerpo aborrecí los momentos mas tiernos.
No existía, lo siento por un sufrimiento que era ajeno a lo vivido, pues no fue voluntad que sintieras cuan dolor en el pecho, saber que me fueran despojadas las alas dichosas de un amor eterno al que no me aferro.
Hoy he vuelto a ti dispuesta a devolverte la esencia en lo cierto, el alma al cuerpo como un último intento. Heme aquí tratando de exorcizar otros rostros de tus ojos, otros labios impuros de tu boca traicionera. Cada día me atormento sabiendo que todo es un mal sabor pero aun siento el alma rasgada.
Muchas noches gritaba tu nombre en silencio con el fin de que escucharas mi vos, desde lo mas profundo de mis sentimientos nace un rio de lagrimas cubiertas de amor por que siento la soledad de tu presencia, y en la imagen de mis pensamientos le pongo rostro a tu sombre que vaga en entre sueños y creo estar segura de tenerte aunque parte de tu vida se haya escrito en otro libro.
Impaciente sumerjo mis momentos en un baso de cristal rasgado como mi alma, siento que el viento me invade con caricias que no me pertenecen y aun en silencio te sigo escuchando repetir palabras que no eran mías, muy lentamente levanto la mirada agonizante y desvanesente que en mi corazón palpitante busca con ardor tu imagen.
En esos momentos de espinas siento mi cuerpo innecesario ante los momentos importantes tratando de volver a mi cuerpo con el alma rasgada.​