Alma

¿Quién eres? responde, es injusto jugar con tanta ventaja. Asoma, muéstrate, muéstrate al igual que me muestro yo y doy la cara.
¿Tienes miedo, es eso? Lo es verdad, miedo, miedo a ser conocida a que identifique tu cara, sal, no temas mostrarte tal cual, no seré yo quien juzgue tu rostro, tu mirada, sal y habla, dime quien eres, donde vives y que quieres.
Dime algo, no me dejes así, así padeciendo por ti, se que podemos ayudarnos, ayudarnos si lo permites, si me permites dejarme saber. ¿Quién eres?
No, esto no es así, dime algo, dame sentido o razón para esperarte, dame algo que no sea discutir con tigo. ¿Te avergüenzas de ti, o tal vez de poder hablar con migo? no te comprendo, estas porque te presiento, dime algo……. ¿Estoy loco?


No, no estás loco, no me avergüenzo de ti, no podría. Todo lo contrario, es un honor atenderte, poder escucharte y acompañarte, soy el alma, el alma que te acompaña y sigue hasta la muerte, el alma por la que algunos pagarían con su vida.


Gracias amiga, gracias por la explicación que me asegura y confirma locura segura, locura que espero poder reposar en algún internado, si me lo permites. A tu lado.