¡Alucine, Alucinador!

Fide. Café. Amor. Lo que alguna vez fuiste, ya no es lo que eres. Fuiste "casi" siempre. Y sin embargo fuiste. ¡Qué graciosa eres! ¡Me das! ¡Me das. . .!

Noche idilica. Petalos de rosa y vino tinto. Cerrar los ojos. Portezuelas de tus ojos. Ineluctables. Besas mis labios. Parlas mujerzuela. Hermosa mujer. Besame con más. . . Más ahinco. Ven acá.

No me desdeñes. Tarde, ¡Ya es tarde! El reloj gira en torno de mis nervios. Concentricos, no solo giros. ¡Valgame la chingada!

Entiendes lo que digo; no solo entiendes, manifiestas lo que digo. . . No paras tu parloteo preciosa. . . Insustancial. Te alejas diciendo: Tú no me entiendes. ¿Tú me entiendes?

¡Qué defenestración!

Tus mordidas aún se sienten. Tus rasguños ni se diga. Tus suspiros. . . ¡Qué maldad!

Vivisecciones de perros. ¡Ah! Te gusta, te gusta ¿Verdad? Siempre me contradices. Eres una p. . . Y sin embargo, eres.

¿Será?

Lágrimas al azar, cementerio de ideas. Gardenias, cempasúchil. Ya te has ido. ¿Dónde esás?

¡Qué falta haces! ¿Recuerdas?

-A mi me parece terrible abrir los labios para decir cualquier cosa que no valga el más minimo sentido de interés general y que sobre todo disguste la falsa sensibilidad que reflejas al mundo ¿Sabes? Jamás podrías desconfiar de mí cuando de tus labios ha salido al encuentro de mis labios más de una sandez ¡Ah! Piensas tan solo lo que crees que he creido ¡Mal mal! Piensas mal.

-Si en esa condiciones de conversación apremias mis cariños nunca es de fiarse la verdadera intención o siquiera los verdaderos sentimientos de una mujer a quien se ocurra desfogar de golpe mil cosas a la vez ¡Cómo entender a quien no ha aprendido a entenderse a sí misma!

Si lo sé. Es tan solo un alucine. Ya no estas aquí. ¡Ah sí! Te llamabas Amor.

 

Es alucinar con lo perdido y que huellas deja no? maraña de recuerdos, mundo revuelto...me gusta esa forma oscura, desquiciada de escribir que tienes.
Va mi abrazo con cariño para ti

Alzahara

 

Gracias Alzahara, puedo considerarte entre los pocos lectores que gustan de lo escabroso; esto es, la madeja del pensamiento, telarañas que atrapan, conduciendonos bajo una trama secreta a la propia consumación de nuestro ser.

Es de agracedecer tu paso por aquí.