¡Amanece que no es poco!

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Aquí estoy de nuevo, mar,
no sé que me hizo volver.
¿Qué me queda por hacer
sin puerto donde arribar?
En mi nuevo despertar
a la oscuridad derroco.
Mi pobre corazón loco,
que con la tormenta brega,
ante la luz se sosiega.
¡Amanece que no es poco!
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Hola, querido Sergio, así es, un regalo de la vida, ver amanecer cada mañana. Lo aprecias más cuando sientes que alguna circunstancia, te ha hecho reflexionar que ver amanecer el día ya es un privilegio.
Gracias por tu dedicación, por tu atenta lectura, por la entrega generosa de tu tiempo.
Un abrazo.

 

El solo hecho de despertar ya tiene un enorme mérito. Un beso, Isabel.

 

¡Hola Selenschk! qué alegría encontrar tus letras. Me gusta esa forma tuya: "Me encantó y punto", ¡suerte que tengo! Gracias.4
¡Feliz año nuevo compañero!

 

El amanecer como un símbolo de vida, un renacimiento, el hálito primero que nos abraza cada día y nos llena de luz, qué bien te ha quedado esta décima, bella Isabel, siempre es un lujo llegar a tu mar poético, cariños,

ligiA

 

Gracias por tu paso Azalea, y por estimulante mensaje. Así es querida compañera, ver amanecer es una de las cosas más esperanzadoras, y ni te cuento si ese amanecer lo ves desde El Teide, entonces ya ...
Pero lo mejor es salir de la tormenta...
Un abrazo y gracias.
Isabel

 

Mi querida Carmen: Tienes razón, escuchar las noticias es perderse en la oscuridad, y aunque no podemos ignorar lo que pasa, contemplar la belleza de un amanecer en el mar, es delas cosas más esperanzadoras.
Mis mejores deseos para ti, querida amiga; yo sé que tienes dentro de ti muchos amaneceres.
Un abrazo grande, amiga.
Isabel

 

Gracias Miguel, la vida no es fácil, y hasta el mar a veces se vuelve potencialmente peligroso, pero ahí estaremos hasta que se apacigüe la tormenta, hasta que el sol vuelva a brillar.
Un abrazo.
Isabel

 

Asi es, querido Sergio, despertar del todo y ver quienes son los nuestros, los que nos dan luz, lo que nos abrigan.
Gracias por tu precisión en los comentarios que va directa a señalar lo importante, una suerte tu presencia.
Un beso, Sergio.
Isabel

 

Querida Azalea, gracias, así es Decía la gran poeta gallega, Rosalía de Castro, que tanto amó el mar, que delirante, y nublada la vista, dijo a su hija Alejandra: “Abre esa ventana que quiero ver el mar”, y cerrando sus ojos para siempre, expiró"…
Siempre me sentí muy identificada con esta gran poeta, en muchos sentidos.
Y para mi es un gusto que dejes tu huella aquí, querida Azalea.
Un abrazo entrañable.
Isabel

 

Mi querida Eva, no se como agradecerte tu presencia. Si, el mar es para mi pura salud. Sentarme frente a él y sentir la brisa en mi rostro, ya es un privilegio.
Gracias por la calidez de tus palabras que tanto bien me hacen.
Un abrazo grande.
Isabel

 

Mi querida Ligia, qué suerte volver a tener tus comentarios, con esa extraordinaria belleza poética que siempre llevas contigo cuando te expresas. Volver a este encuentro, a este intercambio si que es un lujo. Gracias por tu huella en este rincón.
Un abrazo entrañable.
Isabel

 

Hola, Alonso,qué bueno que estés aquí, gracias. A veces olvidamos los amaneceres, la cotidianidad nos hace olvidar u están ahí, como lo están los ocaso para regalarnos la experiencia de estar vivos. Pero cuando nos levantamos un día sabiendo que podemos no estar mañana, ¡celebramos el amanecer!
Si, es una suerte el panorama que nos brinda .
Un abrazo grande, Alonso
Un año 2021 pleno de salud y el calor de los tuyos.
Isabel

 

Hola Vicente, si, se me quedo grabado ese título, al margen de la película, es hermoso y poético, sobre todo tras superar la tormenta.
Es cierto, Vicente, la necesidad de verlo, de viajar por sus aguas, de zambullirse en ellas, se hace obsesiva.
Gracias por tu cercanía.
Un abrazo
Isabel

 

Mi querida Grace, la suerte es tener al otro lado de esta ventana la mirada de una poeta que ama la naturaleza, la música, la fotografía, la belleza de la emoción humana y la poesía.
Gracias por tu hermosa huella.
Feliz 2021, querida Grace.
Isabel

 

Querida Eratalia, quizás a veces ante una desgracia que nos toca, la vida pierde sentido, y hasta deseamos morir. Pero es ante la propia muerte cuando reaccionamos y sorprendentemente solo deseamos volver a ver el amanecer, y nos damos cuenta cuantas cosas hermosas hay alrededor, que dejamos de ver, por nuestro andar cabizbajo y desesperanzado.
Para qué? ...simplemente para ver otro amanecer.
Un abrazo grande.
Isabel

 

Gracias Kin, por tus palabras, de esas que son precisas y suficientes para hacernos sentir bien. Gracias por eso.
Un abrazo.
Isabel

 

¡Ángel!, Gracias por tu generosa huella.
Saludos, Poeta.
Isabel