Amigo Incondicional

Tan sólo quiero ahogar mis penas con un vaso de licor y brindar por mis amigos la amistad y el desamor; brindar porque estoy sólo y nadie comprende mi dolor, por las penas que se suscitan a lo largo del candor de los momentos, en que por un instante, siento rastros de alguna emoción. Ahora soy un buen mentiroso pues nadie interpretaría mi semblante, sonrío todo el tiempo aún cuando por dentro llore incesante sobre las cenizas de todo lo que mi mente construyó, y todo se destruyó en un instante.

Estoy sólo, ¡ya lo sé!, no soy nadie; y fantaseo con amigos que no existen, río en mis sueños, hablo con nadie. Aspiro una vida que no llegaré a conseguir, muero de repente, vivo lentamente y me quedo en el camino dibujando una sonrisa en la arena, la vida es la ola que la borra, al tiempo lo llamo mi condena. Y visto de amargura las punzadas fuertes y agudas de la felicidad, que soslaya evitándome a ratos, quiero lo imposible.

Y si tan sólo alguien apareciera, si tan sólo alguien me dijera, te quiero; entonces el día se alegraría; pero esa pequeña palabra ya pocas veces la creo, no por la sinceridad del acto, es que simplemente me siento feo, y podrán decirme mil cosas, yo ya no me las creo, pues nunca nadie me mira y si lo hace siempre no expresa sentimientos. Y aquella vez, aquella mañana en la que fui feliz, la inventé por confusión, o quizá por desesperación; la soledad es mi compañera, es mi amiga, es mi amante, es mi mejor amiga, mi mejor amante, lo mejor, que triste realidad.

Ahora pinto un cuadro en mi mente; nadie me ha querido abrazar; detrás de mí aquella escena que se repite sin cesar, grupos felices, alegría y bienestar, delante solo yo y mi soledad. Fantaseo con la idea de bajo las llantas de un carro terminar, no duele, es certero y a la vez no hay vuelta atrás; entonces sentirían que les hago falta, sentirían que me voy y que nunca más regresaría y llorarían y eso me hiciera sentir querido, me hiciera vivir por primera vez a pesar de que en esas circunstancias sea imposible. Yo ya no puedo llorar.

Los mejores nunca existen, pues todos un defecto presentamos; queremos a quien no nos quiere y descuidamos a quienes se supone amamos. Pero ese defecto tiene una variante, en mi caso particular la presento, yo quiero a quien no me quiere y amo a quienes en realidad me quieren, pero esto presenta una condena, nadie me ama a pesar que amo, vivo sólo, existo sólo y al igual que todo he de acostumbrarme. Al igual que me acostumbré al rechazo, desde los primeros a los últimos, al igual que me acostumbre a que me miren diferente, al igual que me acostumbré a sentirme mal conmigo mismo si digo verdades hirientes, me importa de más la gente y eso nadie lo entiende.

Todos tienen a alguien que los ha acompañado toda su vida, yo soy un mendigo de amigos, mendigo las sobras de amor masticado y las como con ansias, como si recién hubiese sido preparado.

Sufro la ausencia, sufro tu ausencia, sufro, sufro, sufro, sufro, sufro y seguiré sufriendo y jamás te darás cuenta; pues tu ausencia implica más cosas que tu simple presencia, implica que soy dependiente de ti, implica que de a poco me muero, pues me dejarás en la sombra de otras prioridades cuando con un abrazo podrías rescatarme; me quedo a la sombra cual niño castigado, sólo quiero a un amigo.

Para mí no existen los mejores, ya no, solo compañeros; “amigos” donde están que no los veo; una presencia tan solo, un abrazo tan solo, un te quiero fortuito, una llamada perdida, una carta, un gracias, un beso, o un todo estará bien.

Se busca, ¡se busca amistad! Yo no hablo mucho, no molesto mucho, solo pido que me oigan hablar, decir tonterías por un momento, a alguien a quien abrazar, sentirme querido, sentirme con vida pues ahora como muerto viviente he de andar; el mendigo de unos besos que jamás voy a encontrar, el mendigo de ilusiones que jamás podrán llegar. pues se pierden en realidades que no se cumplirán, porque yo no tengo amigos, porque conmigo nadie ha de estar, porque no encuentro quien me apoye, quien me ayude a completar mis sueños imposibles y hacerlos realidad.

¿Dónde? ¡En qué lugar has de estar! Aún no puedo encontrarte amigo incondicional.

 

¡Aqui me tienes!
un abrazo
Rosario

 

un apreton de manos. saludos un placer leerte

 

Si necesitas un abrazo, solo pídelo. Yo te presto mis brazos, que tienen atesorados un millón de ellos cada mañana y si no los doy, mueren inútiles....
Si de tus lábios, no salió sollozo alguno, que pidiera suave como la mañana un poquito de amor, un poquito e insignificante pedacito de amor, nadie te pondrá sobre bandeja de plata un nombre que susurrar, pues todo lo que nace, a de ser regado primero y custodiado después y, si no quieres tener la semilla en uno solo de tus balcones, no pidas que germine nada de la nada.
Aun así, y con todo, te brindo mi palabra, mi amistad, porque es lo que más vale y lo que menos se pierde con el paso de los tiempos.
Heme aquí, gratuito y por siempre. Solo dime que aceptas y seré tuyo para siempre.
En la distancia, ABRAZOS y SALUDOS.
Gracias

 

Hola, llego para acompañarte en tu soledad, desbordaste tus sentimientos eh?, nunca dejes que la esperanza se apague, alimenta la luz de la amistad con detalles, siempre hay alguien cerca de ti que te aprecia. saludos
¡SONRIE!

 

Eso me dolió... Yo estaba ahí ¿No me viste?... Te quierooooo y lo sabes. Besitos, tesoro.