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Amistad, la inexistente amistad

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Ernst Nietzsche, 19 de Diciembre de 2010. Respuestas: 0 | Visitas: 875

  1. Ernst Nietzsche

    Ernst Nietzsche Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    19 de Septiembre de 2010
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    Seré breve y conciso... No existe la amistad entre hombres y mujeres, quien diga lo contrario, o es homosexual o su experiencia de vida se reduce a meras fribolidades. Para empezar es digno mencionar cuantas amistades no se han forjado sobre la base de esperar algo más. Que aquel que nunca haya pretendido una amistad con otras intenciones se atreva a jugarlo por sus genitales en nombre de Satanas y es seguro que los perdería. Claro también es que hay amistades verdaderas que han dejenerado en un terrible enamoramiento. Y esa es la parte interesante, es imposible la amistad verdadera, porque para empezar la amistad no es algo en sí, aistad se le llama a la fraternización entre una o más personas en la que se da una convivencia continua con fines recreativos y de solidaridad. Todo aquello que consideremos que debe hacer un amigo sale sobrando, en realidad toda amistad depende de una sola cosa, que tanto neccesitemos de alguien, para empezar de ahí nace todo el asunto. Una frase muy bella en la amistad es “eres un gran apoyo”, un poste es un gran apoyo, un tripie ni se diga, sólo son superados por una persona que brinde incondicionalmente servicios o favores a otra, eso es lo que se llama amigo; yo lo llamo de otra forma, pero en fin, el concepto de recargadera esta implicito en el de apoyo, algo que apoya es algo que sostiene, algo que detiene, para detener algo se necesita que ese algo sea propenso a caer, por tanto, una persona que necesita un amigo es una persona propensa a caer, ¿Caer en qué o en dónde? En estados emocionales de los cuales no pueden salir solos. Es ahí donde el amigo pasa a ser un equipo de rescate. Ahora bien, el hombre como psicologo nato percibe esa propencióna caer, se ofrece a él mismo como a un producto barato, útil y que sin duda es necesario. Algo asícomo la estrategia que nos enseño Mario Benedetti, aunque un poco menos noble. El hombre busca ser necesario para aquella mujer que se ve que cae seguido, el problema se da cuando la mujer descubre que esa recargadera que tenia no era gratuita, se siente estafada, engañada y traicionada.
    Ese tipo de cosas da mala fama, ¿Por qué? A bueno, porque existen casos especiales donde el hombre era el que caia, se apoyo de la mujer y ¡oh sorpresa! Se enamoró de ella. Sin ninguna petención ni maña, pero bien, la mujer se toma su papel profesional muy en serio yrechaza cualquier intento de su cliente. El error pues, es lo que nuestra smadres nos han venido diciendo desde hace años, el error es no saber escojer nuestras amistades. El hombre deberia hacer amistad con mujeres de las cales no espere nada y de las cuales no pudiese enamorarse, mujeres feas sin gracia ni virtudes evidentes para ellos, que sólo les faltaran las gónadas para ser hombres. Pero claro, no sólo se da esto de hombre a mujer, sino que con esto de la posmodernidad vemos que también hay mujeres que se enamoran de sus amigos, pero claro, ese no es un peccado, en esas situaciones la mujer cambia de parecer, ve todo desde un panorama distinto, la amistad parece no ser tan importante de repente.
    Que conveniente revelación se presenta. Pero bien, no quiero que piensen que soy un despechado, sólo les hablo con la verdad, una verdad que como todas las verdades es incomoda y es preferible ignorarla que aceptar el hecho de que no existen ciertas cosas. La amistad entre géneros tiene el mismo grado de existencia que las mónadas de Leibniz, ¿Cómo es esto? Todo mundo sabe que no existen, pero eso no importa, lo que importa es lo que significan. La amistad entre hombre y mujer significa una igualdad, una prueba irrefutable del reconocimiento de la diversidad en la que el hombre ve a esa mujer como otro hombre, después de todo, el hombre no se enamora del hombre... bueno, la posmodernidad también se contradice.
    Si ya lo sé, muchos no creeran lo que digo, y está bien, aún hay gente que se niega a creer que a tierra es redonda y que sólo hay una luna. Pero yo invito a esas personas que aún crean en la amistad entre hombre y mujer a que, si son mujeres, presten más atención a la mirada de sus “amigos”, ¿Qué clase de brillo hay en esos ojos? ¿Es deseo, es pasión, es cariño o es una profunda tristeza? Quizá ese hombre que se ve tan feliz y bromista con ellas y que a veces resulta hasta fastidioso guarde dentro de su misero corazón un secreto. Si es hombre yo lo invitaria a ser sincero y buscar en el fondo de su ser el por qué de estar cerca de aquella mujer a la que llama tan felizmente “amiga”. La duda está sembrada, ahora sólo queda ver como crece y nos lleva a darnos cuenta que de amigos, nada más tenemos el título.
     
    #1

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