¿Amo y Quiero son diferentes o son lo mismo?

En esto hay bastante confusión aún y he aquí mi concepto:

TE QUIERO (quiero para mi): El ejemplo más claro que encuentro para definir estas dos palabras, es cuando siento ganas de tomarme un tinto. Si no tengo la posibilidad de obtenerlo, tal vez olvide por momentos que quiero disfrutar del aroma y el sabor de un delicioso tinto calentito. Pero si por donde transito percibo el aroma de café, vuelvo a sentir ganas más imperiosas de tomarme un café; cuando logro obtener esa preciada taza de café, olerla y degustarla, ya se me quita, se me pasan las ganas de tomar café, hasta que posteriormente me vuelva a dar ganas de café y tal vez entonces quiera tomarlo en otra parte y en otra taza. Lo mismo sucede cuando deseo obtener cualquiera otra cosa que al obtenerla, posteriormente ya quiera una variación de la misma u otra diferente.

TE AMO (ofrezco de mí): La definición de estas dos palabras es más profunda. Significa, he salido de mi forma egoísta (la parte vil que somete, que domina, que se aprovecha, que humilla, que maltrata, que desprecia, que critica, que recrimina, que prejuicia, que juzga, que condena, que hace daño) para sentir lo que siente el otro y en las fases o procesos de su vida (exitosos o críticos) para ofrecerle lo mejor de mí, de lo que tenga y pueda ofrecer a él/ella, a ti, a vosotros o a ellos/ellas, sea material (dinero, cosas o comida), sea intangibles (conocimientos, una palabra de aliento, una información específica, envío de energía Cósmica para sanarle, para fortalecerle, para protegerle; tenderle una mano para que se levante si ha caído y vuelva a resurgir, servir al otro con amor, condolerse, apreciarle, valorarle, etc.) sin querer o esperar retribución por ello. Cuando a esta forma se une el te quiero, se conjugan, se combinan, se complementan en la pareja para hacer de dos, uno solo y vivir una experiencia de satisfacción total, plena, más allá de lo físico y cuando transcurre el tiempo, entonces el querer o pasión se transforma o decrece. El amor no cambia, no decrece, perdura hasta más allá de la muerte física y nos abre las puertas de los Planos de Luz, de Paz y Armonía. Si no hay amor en mí, si no me permito amar, me estoy condenando a vivir en planos de dolor una y otra vez.