Amor cortés

La vereda va bordeando el río. La rumorosidad del agua acompaña al caminante. Entre las zarzas y las retamas se acierta ver, de vez en cuando el agua. Un poco más adelante, unos chopos, robustos y altos marcan el devenir del sendero; a su sombra se camina con el ánimo que da su frescura. Allá a lo lejos, tras unas tierras dedicadas a huerta, se alza un hórreo. En uno de sus grandes pegollos, se sienta un mozo, que toca la gaita. Su son se apodera del espacio y trae como un aire antiguo, de fiesta, las notas alegres y vibrantes de sus melodías. El paso intenta acomodarse a la música que llega y aparece un caminar airoso y alegre.


Camino adelante se ve el lateral norte de una iglesia. Son esas iglesias pegadas a la tierra, llenas de encanto, que incitan al recogimiento. Románico rural que, afortunadamente, todavía abunda por estos lares. El camino desemboca en un claro, diríamos que es una plaza si algún edificio, además del religioso la limitase. En el claro, se alza un tejo centenario. Extiende sus ramas, todavía poderosas, cubriendo gran parte del claro. Su tronco rugoso y tosco da señal de su edad avanzada. A su sombra, durante muchos años se celebraban los concejos abiertos del pueblo que se ve un poco más adelante. La campana de la iglesia, tañida por las manos sabias del campanero, quien conocía todos los toques, tocaba a concejo y las gentes acudían a debatir aquellos asuntos que eran de interés para la villa.


La iglesia, recogida, presenta una torre-pórtico que da acceso a una portada por la que se accede al interior. En este momento, la iglesia está cerrada. La portada, ofrece al visitante una puerta, con arquivoltas que apoyan sobre capiteles y estos a su vez, sobre columnas.


Un capitel me llama la atención. Una mujer, ricamente ataviada, se despide de un caballero, que va de caza con su halcón en el puño, dándole un beso. Cuentan las leyendas que se refiere a la despedida de la esposa al rey que va a cazar y que será muerto por un oso. Yo prefiero ver lo que hay en el momento que recoge el capitel, el beso enamorado de una mujer que despide a su caballero. Esa imagen de amor cortés, ese amor que se entrega sin medida, que fue inspiración de damas y caballeros en la Edad Media. Amor sin doblez que mereció ser colocado a la puerta de una iglesia.


Se levanta un aire frío y decido recoger mis cosas y volver hacia mi casa. Por el trayecto, una y otra vez vienen a mi memoria la dama y el caballero.

 

Hay una película argentina en la cual uno de los protagonistas se tiene que ir, y le dice a quien se queda, que va a sentir que alguien se quedará cuidando eso valioso que no se puede llevar.
Cuando te leo en el espacio de prosas, siento algo parecido.
Me gustaría tener el valor y la libertad de subir mis prosas como lo hice durante largo tiempo; yo nací con los cuentos breves, la poesía llegó más tarde a mi vida, y te confieso que cuando te leo, me encuentro con esa parte de mi que era feliz compartiendo prosas aunque no fueran mega leídas o comentadas o de temas dulces. Me encantaba subirlas para los pocos que llegaban a ellas.
A lo mejor uno de estos días me atrevo a intentar aunque más no sea para evocar esos tiempos gratos de este lado de las letras. Por eso me emociona mucho leer tus historias, esa es la explicación de lo contenta que me pongo cuando veo que volviste a escribir. Estás cuidando este espacio y haciéndolo mejor.

Ahora paso al tema, destaco primero la observación del lugar, la arquitectura, no entiendo como la mayoría de la gente camina enajenada sin observar el entorno que siempre tendrá algo especial que merezca ser apreciado.
Aprendí algunas palabras españolas que no conocía, con vos también aprendo, y por supuesto te veo como una especie de guía en un tour por tus calles y logro estar ahí.
Por último, el amor cortés... amor de cuerpo que no excluye al alma, amor maduro, sin ego, de entendimiento, ese amor que quedó inmortalizado en el arte.
No se trata de amor perfecto, sino de amor profundo.

Qué lindo es leerte en esta tardecita gris y otoñal, llevo hace tiempo un diario de gratitud en el cual cada día escribo al menos cinco ítems por los cuales agradecer, y volver a leerte es un ítem casi recurrente
Un abrazo con cariño y admiración y me disculpo si me extendí mucho con el comentario.

 

Recuerdo haber leído alguna de las prosas que colgaste en el Portal. La verdad es que me gustaron. Escribes muy bien y sabes dar intriga a la narración; de modo que te animo a que publiques esos escritos, aunque este sea un rincón retirado y poco visitado. Y reconozco que no me lee mucha gente y que tampoco me comentan mucho, pero sé que me leen aquellos que yo quiero que me lean porque me interesa su opinión y su presencia. No quiero que me lean quienes no me entiendan, ya que mis letras no les gustarán. Así que espero con mucho interés tus narraciones.
En cuanto al relato, es lo que ves, un contar el paseo de una tarde. Paseo con los ojos abiertos, con el espíritu presto. Me gusta mirar, escuchar, prendarme de los rincones y los detalles, sacar mis propias conclusiones y contarlo. Con palabras claras, de las de todos los días. Hay cosas que cuando las has vivido, se quedan habitando la memoria y un día, se asoman a los recuerdos y entonces toman forma. Así me pasa a mí y cuando eso me ocurre, procuro embellecerlas un poco, hacerlas gratas para ofrecerlas a los lectores. Sencillo y simple, como soy yo.
Gracias por tus visitas y por el tiempo que me dedicas, me siento enriquecido con tus palabras. Por cierto, si tienes curiosidad, el capitel al que me refiero, existe y se encuentra en la iglesia de San Pedro de Villanueva (Asturias), en Google hay fotografías de él.
De nuevo agradezco tu presencia. Si yo hubiese sido un perfecto trovador me hubiera dedicado a la "minnesang" la poesía lírica amorosa del medioevo; hubiese prestado mi voz al amor cortés y, tal vez lo hubiera ensalzado como se debe. Un beso y un gran abrazo Cecy.

 

Gracias, Luis, vengo de Google y vi el capitel. Me gustó imaginarlo primero por tu prosa y después visualizarlo en la pantalla.
Tus palabras son valiosas para mi, me animan a publicar, tal vez mañana si puedo subo algo, y es cierto, se publica para todos pero se escribe para poquitos.
Y sin dudas tu alma todo lo mira con música, con poesía, en sí con arte.
Abrazo con cariño y hasta la próxima lectura.

 

Estaré esperando tus letras. Hasta mañana. Un abrazo.

 

Una belleza tu narración amigo Luis, casi fotográfica que con delicadeza nos lleva al pasado, al romanticismo y por fin al amor cortez. Yo siempre soy sensible a tu estilo porque me encanta dejarme llevar por tus imágenes con toque de leyendas, y otras veces con toque de fantástico. Y si escribes muchas prosas las sublimas con tu pluma de poeta.
Fue un placer la lectura. Con mi amistad poética Amarilys

 

Una prisa absolutamente exquisita, usted tiene el poder, el don de pintar los espacios con todos los detalles de tal manera que el lector se siente embebido en él. Lo lleva de la mano por ese camino pleno de historias hasta llegar a destino, ese romanticismo y nostalgia que se desprende en el cierre de este maravilloso escrito. Felicitaciones Luis por su magistral talento, saludos Daniel

 

Todo un placer tu visita Amarilys. Mis mundos, que están ahí, me sirven para recorrer caminos y llevar a mis amigos por ellos. Y cuando me dicen que les gusta lo que han leído, creo que no puedo esperar mejor premio. Agradezco tus palabras y esta lectura tan amable.
Recibe un cordial abrazo y mi amistad.

 

Mi estimado Daniel: cuando uno encuentra rincones apacibles y lugares llenos de belleza, quiere compartirlos con aquellos que le son cercanos, para que también ellos disfruten. Yo, es eso lo único que pretendo, pintar paisajes llenos de atractivo, para que los lectores lleguen a ellos. No sé si lo consigo, mas si lo lograra sería feliz. Gracias por la lectura y por tan ameno y amable comentario. Un abrazo.

 

Siempre es hermoso leerte Luis, tienes sin duda el don de la palabra,
esa que transmite sin pudor todo el sentimiento que le imprimes a tu
pluma, los decorados de tus narraciones y ese momento único que le
da sentido a todo el relato, es muy emocionante encontrarte. Besitos
cariñosos apretados en tus mejillas.

 

Gracias Ana. Me gusta escribir relatos, esas historias cortas que se cuentan en unas pocas líneas. Me sirven para dar rienda suelta a lo que llevo dentro y recrearme mientras lo hago. Gracias por llegarte hasta estas historias. Agradezco tu lectura y, ¿cómo no? tu comentario. Un cordial abrazo y besos.

 

Felicidades
Un merecido premio.
Gracias por ponerlas a mi alcance.
un saludo

 

Muy agradecido por este reconocimiento. Me siento emocionado. Gracias.

 

Toda una sorpresa este reconocimiento. Gracias por la amabilidad de tu visita. Agradezco mucho tu felicitación. Un gran abrazo y un besazo.

 

Estoy muy contenta





Y un abrazo

 

Muchas gracias. Me encanta que nos hayan reconocido a los dos nuestras prosas, el mismo día. Un abrazo.

 

¡¡Luis que ilusión!! Felicidades por tu genial reconocimiento.
Me alegra un montón celebrar contigo. Besitos cariñosos
apretados en tus mejillas.

 

Muchas gracias, Ana. Estos reconocimientos siempre llegan por sorpresa y producen ilusión. En este caso mayor ilusión porque ha sido a un relato en Prosa, espacio al que me estoy dedicando con más ganas.
Un beso para ti también.

 

Me vi paseando contigo por esas veredas que siempre conducen a uno mismo entre parajes naturales y arquitecturas populares. Como siempre, los árboles son testigos mudos de nuestro paso y las vistas invitan al pensamiento a adaptarse a la historia y a recrearla.

Desde estas tierras abancaladas, un abrazo hasta las tuyas con aprecio.

 

A veces hay que perderse, para poderse encontrar. Esos rincones que existen en España, son perfectos para encararse con uno mismo.
Gracias por la cordial visita. Un abrazo.

 

Ayyyyyyyyyyyyy mi querido amigo Luís, ay qué historia más romántica nos cuentan tus preciosas e indescriptibles letras, yo nací enamorada, tal vez soy demasiado romántica pero las historias sobre damas y caballeros siempre han cautivado mi atención y tú nos describes la imagen que figura sobre ese capitel con tal lujo de detalles que hasta he llegado a visualizarla y quedarme absorta contemplándola, además he paseado junto a ti y me he percatado de cada uno de los preciosos detalles que nos citas en ese hermoso paisaje .
Un placer visitarte querido amigo y admirable escritor, y todo un honor dejarte la humilde huella de mi paso en tu maravilloso relato....muáááckssssss besos llenos de cariño y de admiración vuelan hacia ti, mi querido amigo.....muáackssssss

 

Me gusta pensar que te has ido de paseo con mis letras. Este es un relato que me gusta mucho, en parte porque tiene una base real. Existen esos capitales en el pórtico de la iglesia de San Pedro de Villanueva, cerca de Cangas de Onis. Tiene una bonita leyenda sobre la despedida del Rey Favila y su mujer, antes de ir de caza, donde resultó muerto por un oso.. Gracias por comentar tan amablemente, Isabel. Un fuerte abrazo y muchos besos.