Amor de tiempo

Por fin me voy acoplando a esto, ya voy entendiendo todas las cosas, ahora comprendo tu mirada. El tiempo me ha hecho mucho más que tu amiga, y eso me gusta, aunque es de pensarse. Ni tú ni yo tenemos deudas con el otro, en esta relación todo es recíproco, cada vez vamos más lejos, ya no retrocedemos.
Hemos dejado de mirar el pasado, el presente y el futuro, hemos comenzado a solo vernos el uno al otro, a ver nuestros ojos reflejados en los del otro, hemos sido luz juntos como también hemos subido a cielos distintos.
Y aquí estamos: viendo el mismo cielo, pisando la misma tierra y sintiendo las mismas cosas, estropeando el mismo momento, jugándonos la misma suerte, viviendo la misma fantasía.
Y ahí estuvimos: saliendo de la misma escuela, caminando por las mismas calles, ignorando nuestra existencia, o tal vez solo tratando de ignorar la ignorancia del otro, mirándonos de reojo el uno al otro.
Y allá estaremos: luchando contra las adversidades que vayan a surgir, mirando el tiempo transcurrido, y yo espero que sigamos sintiendo lo mismo. De nuevo con la incertidumbre de un futuro más lejano aún, queriendo regresar a un pasado que ahora es presente, anhelando un ayer que por ahora es hoy, viendo qué fue lo que hicimos y qué fue de nosotros, tal vez separados ya por el mismo tiempo que no unió.
Pero mientras llega el futuro o el pasado estaré a tu lado, en tus ojos, en tus manos, deteniendo el tiempo por ti.