Amores divergentes

Si paso cerca no vuelvas tu mirada.
Si me miras, no te acostumbres,
créeme, ya no te pertenezco más.

Tan sólo con una breve mirada
aceleras mis latidos
hasta hacerme desfallecer,
y después, siempre,...
el desencanto me embarga.

Estropeamos lo que creímos
nuestra oportunidad
convencidos de que habría otra,
pero nunca tuvimos una,
paraíso prohibido.

Marchamos lejos,
exploramos otros cielos,
atrapamos otras estrellas...
Pero... ¡nos deseábamos
hasta el disparate!

No hay culpables,
ambos perdimos este juego cruel
porque simplemente
en los planes del destino
nunca existimos juntos.​

 

El destino se forja de nuestras manos como si un alfarero moldeara una vasija. Tus sueños te pertenecen, solo debes imprimir el carácter necesario. Abrazos

 

Me gusta, el destino está escrito? no lo creo, no lo quiero creer, si así fuera que tristeza! hermosa obra. Estrellas y un saludo grande

 

Muy bonito y fácil de leer pues cada palabra me gusta más que la anterior muy inspirador

 

Gracias por tus palabras Jose Del Alba.

 

Es cierto, sería una pena que el destino ya estuviera escrito.