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Análisis intraterrenal

Tema en 'Poemas Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por Ricardo López Castro, 26 de Octubre de 2020. Respuestas: 0 | Visitas: 216

  1. Ricardo López Castro

    Ricardo López Castro Poeta adicto al portal

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    17 de Septiembre de 2017
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    Hombre
    Jamás desalentado, mientras viva,
    desharé y construiré lo que tenga que ver con mis noliciones.
    Porque incluso ellas reaccionan desde el subconsciente.
    Mis actos son reflejos que descatalogan la transparencia.
    El cristal de la madrugada se quiebra cada vez que achaco mis excusas.
    No sueño, no.
    Yo derivo entre el despertar y el escaso y humeante recuerdo de las fantasías.
    A veces me olvido de la funcionalidad de las justificaciones, y me centro en los medios.
    Pero, alma cándida, a qué fin van destinados tus deambulantes retrasos sin huella.
    Por supuesto que extrapolo mis emociones.
    Me quedo sin ninguna. No es un farol.
    Son las ansias fulgentes y escabrosas de escapar de los engaños.
    Y hoy en día la paranoia está mal vista.
    La depresión.
    La ansiedad.
    Los delirios.
    La psicosis.
    Mi botiquín no me hace honores.
    Ni me rinden pleitesía las consecuencias caóticas del abuso de la materia gris.
    Pero, dime tú, qué harías si la mujer a la que amas es también un engañabobos.
    Si te percataras de lo que intento comunicar, el limbo sería nuestro nuevo punto limpio.
    ¿Amor?
    Digamos que la existencia tiene donde rascar.
    Nada tienen que ver los excesos con el pecado.
    Amo y señor, y lo sabes, de tus vicios y obsesiones.
    Así pues, los cinco sentidos pasan a un segundo plano.
    Esto no es filosofía, ni psicología inversa.
    Las cosas que se ven están predestinadas...
    El resto, digamos que son humanos jugando a ser dios.
    Si por lo menos se esforzasen en erradicar la sarta de sandeces que se piensan correlativamente a la realidad,
    sucedería lo imposible:
    "Un concepto tras otro, una comedia divina."
    Si me he creído Dios ha sido precisamente por mi incontinencia.
    He desarrollado tánto las neuronas, que mi clímax ya no depende de echar una canita al aire.
    No he ido en contra de todo, le he puesto buena cara, como la que te mostraría a ti, aun siendo una apoteosis lo que tengo entre ceja y ceja.
    Estar en contra de la sociedad es una minucia.
    La verdadera inmundicia consiste en aplicarse el único cuento que existe:
    "La belleza no es incompatible con el sinsentido. Asumir el nuevo orden mundial da buena fe de ello."
     
    #1

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