Anette...

No podía dormir de la emoción, sólo faltaba un día, !Un solo dia! limpiaba sus zapatos para que quedarán relucientes, escogió un vestido del clóset el mejor que tuviera y lo planchó, hasta que quedó sin una arruga, se arregló como si nunca más en la vida se volviera a arreglar y entonces trato de dormir.


Al día siguiente, muy temprano se observó movimiento en la casa, su madre le había dicho que se cuidara y que no se hiciera ilusiones pero Anette no le hizo caso creyó que eran ''cosas de viejos'' y que hasta cierto punto la envidiaba, y ahí estaba Anette, mirándose en el espejo con los ojos llenos de brillo, llenos de esperanza...Llenos de amor y se sentó a esperar las 4 de la tarde, sin comer de los nervios, sin dejar de ver el réloj con los osos besándose continuamente, viendo que sus zapatos no tuvieran una huella, que el vestido estuviera intacto, que el cabello estuviera en su lugar !Por fin, por fin las 4! sin despedirse de su madre salió rápidamente caminó hasta la esquina y dobló, pienso que tomó el atajo para llegar al parque, donde supongo estaría la gran sorpresa.

Llegó, se sentó en una de las primeras bancas ya tenía una flor amarilla en sus manos, señal que escogieron para que la reconociera, pasaban los coches y nada, pasaban y pasaban personas y nada, ella bajaba la cabeza con tristeza una pequeña incertidumbre al ver que no le reconocían la flor, y así hasta que los niños patinando dejaron de molestarla con sus risas y sus respiraciones de cansancio, hasta que el viento de Julio hizo estragos en su cabello castaño, hasta que el pequeño de 6 años que paso correteando a su hermano le tiró el helado en el vestido...Así hasta que el parque quedo solo, solo con el viento que le hacía malas pasadas, y el listón se le escapó, como también se le escapó la esperanza de que llegaría,Anette caminó como sin rumbo, como si no le importara que la avenida estuviera llena de autos y sin importarle que la pudieran atropellar, caminó por las líneas de la carretera, perdida su ilusión, se quitó un zapato, luego el otro, luego soltó la flor en un charco y nunca más se supo de Anette, se perdió con el viento de Julio, se perdió en el horizonte.

 

Melancólica historia, bello desencuentro. Superbesos.

 

Gracias....Un besito