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Angelina Gatell (Generación del 50)

Tema en 'Poetisas y prosistas famosas' comenzado por El regreso de Alfonsina, 27 de Abril de 2022. Respuestas: 5 | Visitas: 594

  1. El regreso de Alfonsina

    El regreso de Alfonsina Poeta que considera el portal su segunda casa

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    [​IMG]



    PERO DE PRONTO EL AIRE

    I
    Pero de pronto el aire
    es un gemido, un pájaro
    que sufre.
    Lo percibes como un latido
    que te acribilla el sueño al asomarse
    a esa ansiedad en que te has convertido
    irreversiblemente.
    Habrá alguna razón -te dices para
    tanta desdicha, una respuesta
    a la pregunta que formulas,
    o quizá un argumento en donde
    nombrar a dios sea tan solo
    fabulación, tramoya,
    perfil de la impotencia.
    La mañana no puede mirarte cara a cara
    y se encoge de hombros cuanto tu la transitas
    mendigando sosiego, mientras
    allá en tus laberintos se apagan por completo
    las ultimas estrellas que endulzaron la noche.

    ......

    II

    Pero de pronto el aire
    es también el silencio
    o el ángel maldiciente,
    o el agua, que desborda tus presas,
    la lentitud, e irrumpe...
    Te preguntas por que este desamparo
    donde el aire te obliga y te somete
    a ser la herida
    que ensangrienta tus limites, frontera,
    de tu respiración o inexorable
    ventana abierta en lo imposible.

    Te evocas
    en la muchacha aquella que tenia
    lápices de colores
    para escribir amor en los cuadernos
    de un bachiller nocturno,
    pero no puedes
    reconstruirla: es solo un garabato
    entre los dedos
    enquistados del aire.

    ....

    V


    A Javier García
    Paso a limpio la nada.

    Javier Garcia


    Pero de pronto el aire
    te acude como un perro dulcisimo,
    lame tu piel vejada
    donde los corticoides liberan a diario su ira.
    Él mueve las orejas, las agacha
    al borde mismo de tu lagrima,
    pasa a limpio la nada y te mira
    con esos ojos suyos
    de cristal indeciso. Te consuela.​


     
    #1
    Última modificación: 27 de Abril de 2022
    A Javier Alánzuri, La Sexorcisto y libelula les gusta esto.
  2. libelula

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    Querida, Eva, como siempre, nos traes una vez más, a una mujer extraordinaria. no solo como poeta.
    He encontrado un poema que me ha gustado mucho y que dejo aquí como una huella más de su paso por el este mundo nuestro.

    «Silencio»
    Pero debo callar y callar tanto…
    Blas de Otero

    A Sabina de la Cruz

    A veces te bastaba con llegar a mi casa
    con aquel ángel fieramente humano en las pupilas.
    Traías tu silencio y envuelto en él dejabas
    que el tiempo transcurriera
    igual que una corriente por los valles,
    de la amistad que no precisa
    de gestos, ni palabras, ni razones, ni méritos.
    Ni siquiera de versos.

    El agua,
    ejercitada en ser cristal o abeja,
    pasaba entre nosotros. Se llevaba la tarde
    como una sombra trémula,
    navegada
    por todo lo no dicho.

    Después, dejando el sufrimiento de tus labios
    al borde de una copa
    o de una taza de café vacía,
    nos tendías la mano,
    (a mí solías besarme levemente),
    y te ibas despacio hacia la puerta
    donde mi madre,
    salía también a despedirte.

    Sólo quedaba, atestiguando tu presencia en mi casa,
    un periódico muy leído
    y aquella intensidad que eran tus ojos

    Angelina Gatell

    De: «La oscura voz del cisne»

    Muchas gracias Eva, por darnos a conocer a esta extraordinaria Poeta, que desde luego, yo no conocía, como tantas otras que hemos rescatado del olvido, todo un hallazgo.
    Un abrazo
    Isabel
     
    #2
  3. La Sexorcisto

    La Sexorcisto Lluna V. L.

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    Muy buen poema, ¿ está completo?
     
    #3
  4. El regreso de Alfonsina

    El regreso de Alfonsina Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Gracias a ti, Isabel, por dejar este poema a Sabina de la Cruz, esa entrañable mujer. Me maravilla los vínculos que tenían establecidos, esos encuentros e intercambios entre poetas, intelectuales...qué enriquecedores.
    De sus versos me quedo especialmente con éstos, expresan muy bien la relación que las unía más allá del plano formal. He llegado hasta imaginármelas:

    Después, dejando el sufrimiento de tus labios
    al borde de una copa
    o de una taza de café vacía,
    nos tendías la mano,


    La verdad es que es un placer transitar y disfrutar el mundo de estas mujeres.

    Un abrazo y ¡buen día!
    Eva
     
    #4
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  5. El regreso de Alfonsina

    El regreso de Alfonsina Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Mujer
    Hola, no, seleccioné solo algunos. Te lo dejo entero por si quieres/queréis disfrutarlos todos:


    PERO DE PRONTO EL AIRE

    I
    P
    ero de pronto el aire
    es un gemido, un pájaro
    que sufre.
    Lo percibes como un latido
    que te acribilla el sueño al asomarse
    a esa ansiedad en que te has convertido
    irreversiblemente.
    Habrá alguna razón -te dices-
    para tanta desdicha, una respuesta
    a la pregunta que formulas,
    o quizá un argumento en donde
    nombrar a dios sea tan sólo
    fabulación, tramoya,
    perfil de la impotencia.
    La mañana no puede mirarte cara a cara
    y se encoge de hombros cuanto tú la transitas
    mendigando sosiego, mientras
    allá en tus laberintos se apagan por completo
    las últimas estrellas que endulzaron la noche.


    II
    Pero de pronto el aire
    es también el silencio
    o el ángel maldiciente,
    o el agua, que desborda tus presas,
    la lentitud, e irrumpe...
    Te preguntas por qué este desamparo
    donde el aire te obliga y te somete
    a ser la herida
    que ensangrienta tus límites, frontera,
    de tu respiración o inexorable
    ventana abierta en lo imposible.
    Te evocas
    en la muchacha aquella que tenía
    lápices de colores
    para escribir amor en los cuadernos
    de un bachiller nocturno,
    pero no puedes
    reconstruirla: es sólo un garabato
    entre los dedos
    enquistados del aire.


    III
    Pero de pronto el aire es una ausencia,
    apenas cálculo o punzada, en esa
    encrucijada de tu pecho
    donde la muerte espera y te sonríe.
    Pero de pronto el aire agita sus pañuelos
    como al descuido en las acacias
    que vigilan tu casa.
    Te reconforta imaginarlo
    en los pasadizos de la angustia
    o en los ruidos
    que frecuentan la noche
    monótono y silbante, emergiendo
    como un genio de ese
    generador de oxígeno
    al que vives uncida tantas horas,
    sin más recurso
    que una palabra amiga o unos versos
    salvados
    difícilmente del vacío
    que te ocupa la vida.
    Pero de pronto el aire, cuando menos lo esperas,
    se acurruca en un lugar de ti que no consigues
    adivinar cuál es ni dónde duele,
    como si fuera un sueño.


    IV
    Pero de pronto el aire
    no falta únicamente en tus pulmones,
    no deja su maltrato en la criatura
    tan inerme que eres... Hoy el aire,
    una vez más, ha acuchillado al mundo.
    Perdonadme la queja que formulo
    sólo por mí en la noche.
    Quince de julio, viernes, ocho cuarenta y cinco.




    V
    A Javier García
    Paso a limpio la nada.
    Javier García
    Pero de pronto el aire
    te acude como un perro dulcísimo,
    lame tu piel vejada
    donde los corticoides liberan a diario su ira.
    Él mueve las orejas, las agacha
    al borde mismo de tu lágrima,
    pasa a limpio la nada y te mira
    con esos ojos suyos
    de cristal indeciso. Te consuela.



    VI
    Pero de pronto el aire
    de la noche de julio se resiste
    a abastecerte.
    Son las tres. Tu insomnio
    es esa sala del museo en donde
    fuiste colgando cuadros, las amadas imágenes
    de ayer, los sueños...
    Todo
    lo que dejó de ser cuando creías que era.
    Un coche,
    vulgariza el silencio, deja
    en él su lanzada y en tu pecho
    se acrecienta la angustia
    hasta ser esa roca que lo ocupa
    con más frecuencia día a día.


    VII
    Pero de pronto el aire
    tiene un regusto extraño
    quizás aún más amargo que tú misma,
    más sufridor, más hecho a la tristeza,
    al siempre, al nunca más de cada instante
    y te tiende la mano y te asegura
    que a la vida le basta con morir
    para saberse hermosa.
    "Ven conmigo -te dice-,
    toca la mañana, sube
    al esplendor del pájaro. No consientas
    que se te apague el sueño que tuviste
    y situaste
    más allá de ti misma, de las pequeñas cosas
    sólo a ti reservadas. Restituye
    tu corazón a la esperanza
    que le debes al mundo y que el mundo te debe".
    Y sigue.

    Abrazos y buen día.
    Eva
     
    #5
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  6. libelula

    libelula Moderadora del foro Nuestro espacio. Miembro del Equipo Moderadores

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    Gracias Eva, por enriquecernos con estos hallazgos poéticos.
    Buen día.
    Isabel
     
    #6
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