Antisocial

¡No voy a soñar!
¡No te voy a preguntar!
Voy a seguir el camino de cianuro
hasta dónde los cristales no tienen reflejos
y son esas puertas que se llevan la piel,
la sinceridad,
las manos cálidas.
¡Mancos! ¡Tuertos!
Ahí está la sombra que se va a lo serpiente escapista
y fuego del enfado.
¡Esto es cabreo antisocial!
¡Niñitos! ¡Ancianitos!
¡Peleles de papel!
Miren cómo les cuentan que caen:
el cielo a pedazos bermejos
el ocaso de cían a ciénaga aceitosa de mentiras,
la torre babilónica de las palabras con nudo de soga.
¡Observen cómo continua cayendo la mierda a discreción!
Y ese puto odio a crecer con ritmo caníbal,
¡tambores!
Odiodiodiodiodiodiodiodiodio....
Y ahora que las babas son raudal
ya vienen los profetas,
los iluminados
con sus contratos al por mayor
para digerir ese lugar que apenas me dejaron descubrir.
¡Denme toda clase de trucos! ¡Risitas de calaveritas!
¡Telarañas de falacias!
¡Antisocial!
El mazo de hierro ancestral se empieza a hinchar
empuñando con uñas sucias de la tierra de los muertos.

 

Ufff… este poema sí me gustó; y esta colmado de lirismo (sin ironía lo digo) de ese lirismo que a mí me gusta con su claro y contundente impacto social. Lo único paradójico que este comentario lo hace alguien “medio antisocial” pero no caigamos en costumbres que solo las impone la sociedad.

Me gustó y mucho.

Abrazos.

 

Gracias

 

de nada ...