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Apuntes para un ensayo sobre el dolor emocional.

Tema en 'Ensayos' comenzado por Fulgencio Cibertraker, 29 de Noviembre de 2024. Respuestas: 1 | Visitas: 140

  1. Fulgencio Cibertraker

    Fulgencio Cibertraker Poeta que considera el portal su segunda casa

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    La disonancia cognitiva entre lo que somos y pensamos, lo que pensamos que somos, lo que hacemos, lo que pensamos que debemos de hacer, como nos vemos o autopercepción, como queremos que nos vean (El parecer) y como nos ven. Vamos lo que vienen a ser traumas de conciencia.

    Dolor emocional.- Sentimientos de tristeza, angustia, desesperación, ansiedad, o cualquier otra emoción negativa. Lo que duele es el alma y se manifiesta en la tristeza del cuerpo.

    La disonancia cognitiva se refiere a la distorsión que experimentamos cuando nuestras creencias, actitudes o comportamientos son contradictorios entre sí. Es decir, cuando hay una discrepancia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. Esta disonancia se da cuando las diferentes percepciones que tenemos de nosotros mismos, así como las expectativas externas que nos rodean, no coinciden entre sí, lo que puede generar un conflicto interno.

    Para entender mejor el concepto:
    1. Lo que somos y pensamos: Esta es nuestra autopercepción o imagen interna. Puede no ser congruente con lo que realmente somos o lo que otros observan. A veces, nos vemos de una forma idealizada que no corresponde con nuestra realidad, lo que genera disonancia.

    2. Lo que pensamos que somos: A menudo, tenemos una idea de nuestra identidad que se forma en función de las experiencias y el contexto social. Sin embargo, esta percepción puede no alinearse con la realidad objetiva, lo que crea tensiones internas.

    3. Lo que hacemos: Las acciones son reflejos de nuestras creencias y valores, pero a veces, las conductas pueden no coincidir con nuestras ideas o ideales. Esto puede generar disonancia cognitiva, ya que nos enfrentamos a la contradicción entre lo que creemos y lo que realmente hacemos.

    4. Lo que pensamos que debemos hacer: Las expectativas que tenemos sobre nosotros mismos, a menudo influenciadas por normas sociales, familiares o culturales, pueden no coincidir con lo que realmente queremos hacer o somos capaces de hacer. Esta discrepancia puede causar ansiedad y un sentimiento de culpa o frustración.

    5. La autopercepción: Es nuestra imagen de nosotros mismos, construida por nuestras experiencias y el feedback de los demás. Si nuestra autopercepción es muy diferente de cómo nos ven otros, puede generar inseguridades o conflictos internos.

    6. El parecer (cómo queremos que nos vean): Todos tenemos una cierta imagen que queremos proyectar a los demás. Esto puede estar basado en la necesidad de aceptación social, reconocimiento o validación. Si hay una discrepancia entre la forma en que nos gustaría ser vistos y cómo realmente nos ven, puede generar malestar.

    7. Cómo nos ven los demás: La percepción que los demás tienen de nosotros también puede entrar en conflicto con cómo queremos ser vistos. Este desajuste puede ser fuente de angustia, especialmente si somos conscientes de que nuestra imagen externa no corresponde con nuestra imagen interna.
    Cuando estas dimensiones no se alinean o entran en conflicto, surgen "traumas de conciencia". Tensiones cognitivas que surgen de la discrepancia entre nuestra percepción interna y la forma en que nos relacionamos con el mundo. Estos conflictos pueden ser el origen de ansiedad, estrés, baja autoestima y otros trastornos emocionales.

    El proceso de resolver esta disonancia puede ser muy complejo y puede involucrar una reconfiguración de nuestras creencias, valores y expectativas, algo prácticamente imposible. En algunos casos, las personas pueden recurrir a mecanismos de defensa, como la negación o la racionalización, para disminuir la incomodidad de la disonancia. Sin embargo, abordar de manera consciente y reflexiva estas contradicciones internas puede llevar a un mayor autoconocimiento y, en última instancia, a una mayor coherencia entre lo que somos y cómo nos comportamos. Es decir o lo negamos o lo racionalizamos, Ego ita ut 'vitam. Una tercera vía es la risa de uno mismo, esa percepción de las incongruencias, sorpresas, absurdos o violaciones de las expectativas prejuzgadas, esa discrepancia entre lo que esperamos ocurra y lo que realmente sucede, Hoc non fieri mihi Ami, esto no me esta pasando a mi, que es todo lo contrario a la negación, una especie de resignación placentera, asi que esa incongruencia permite darle un sentido al dolor, un sentido a priori ilógico se entiende.
    La risa está relacionada con el reconocimiento de lo absurdo o irracional. El humor a menudo se basa en presentar argumentos o proposiciones que son claramente ilógicas. Cognición de lo absurdo.
    La risa surge de la percepción de superioridad sobre otros. Esta risa es una forma de afirmación del propio sentido de control o éxito frente a alguien o algo que se percibe como inferior o infortunado pero esta vez somos nosotros mismos el inferior del superior, paradigmático verdad.
    "Freud sugiere que la risa es una forma de liberar tensiones emocionales o psíquicas acumuladas. En este caso, la risa sería el resultado de la reducción de la incomodidad emocional que genera la represión de pensamientos o emociones. Cuando algo previamente reprimido se expresa de forma indirecta o se presenta de manera inesperada como que nuestra vida es un chiste, provoca una liberación emocional.
    La racionalización y la risa tienen mucho que ver con el cuidado de uno mismo.


    El dolor.- "Nos alerta y protege de un daño mayor al obligarnos a dejar lo que estábamos haciendo para analizar lo ocurrido y evitar lesiones repetidas o daños permanentes en nuestro cuerpo". "Miembro que duele no se mueve" pero como nos referimos al dolor emocional, fracasos, sufrimientos, angustias o sentimientos de culpa casi siempre provocados por:
    Peleas con un amigo o familiares. Problemas en el trabajo. Una separación o divorcio. Que dirán los demás de mi. La amputación de algún miembro. La pérdida de un ser querido. O un desengaño amoroso. Duele para que recuerdes que no vuelva a ocurrir evitando repetir los errores y el remedio lo has dicho tú, el tiempo lo cura todo, abrir las ventanas de par en par, pararte a respirar y que corra el aire.

    La vida a veces te golpea pero eso es también la vida, asi que te mete en la mochila una paquetito mas de tristeza, las alegrías son como llevar la mochila en un carrito.

    El dolor emocional y la conciencia están profundamente interrelacionados. La conciencia, en este contexto, se refiere a la capacidad de una persona para ser consciente de sus propios pensamientos, sentimientos y experiencias. Cuando experimentamos dolor emocional, nuestra conciencia juega un papel crucial en cómo percibimos y manejamos ese dolor.
    El dolor emocional puede surgir de diversas fuentes, como la pérdida, el rechazo, el estrés o los traumas. Este tipo de dolor afecta no solo a nuestra mente, sino también a nuestro cuerpo, manifestándose a menudo en síntomas físicos como fatiga, insomnio y cambios en el apetito. La conciencia nos permite reconocer y etiquetar estas emociones, lo cual es el primer paso para manejarlas de manera efectiva.
    La autoconciencia, una forma específica de conciencia, nos ayuda a identificar nuestras emociones y entender cómo influyen en nuestro comportamiento y decisiones. Esta comprensión puede ser el primer paso hacia la curación, ya que nos permite abordar el dolor emocional de manera más constructiva. Técnicas como la meditación y la atención plena (mindfulness) pueden mejorar nuestra autoconciencia y ayudarnos a manejar el dolor emocional de manera más efectiva.


    La autoconciencia es la capacidad de una persona para reconocer y comprender sus propios pensamientos, emociones y comportamientos. Es una forma de introspección que nos permite evaluar cómo nuestras acciones y sentimientos afectan tanto a nosotros mismos como a los demás. Esta habilidad es fundamental para el desarrollo personal y emocional, ya que nos ayuda a identificar nuestras fortalezas y debilidades, y a tomar decisiones más informadas y conscientes.


    Los traumas emocionales son experiencias profundamente dolorosas que pueden afectar nuestra conciencia emocional de manera significativa. Estos traumas pueden surgir de eventos como abuso, negligencia, pérdida de un ser querido, accidentes, desastres naturales, entre otros. La conciencia emocional se refiere a nuestra capacidad para reconocer, comprender y gestionar nuestras emociones. Cuando experimentamos un trauma, esta capacidad puede verse comprometida, lo que puede llevar a una serie de problemas emocionales y psicológicos.

    Algunos traumas emocionales en la conciencia emocional incluyen:

    1. Desregulación emocional: Las personas pueden tener dificultades para controlar sus emociones, experimentando cambios de humor intensos y repentinos.
    2. Evitar emociones: Para evitar el dolor, algunas personas pueden intentar suprimir o ignorar sus emociones, esa negación puede llevar a una desconexión emocional.
    3. Hipervigilancia emocional: Las personas pueden volverse extremadamente sensibles a las emociones negativas, interpretando situaciones neutrales o positivas como amenazas.
    4. Problemas de autoestima: Los traumas pueden afectar la percepción de uno mismo, llevando a sentimientos de inutilidad o culpa.
    La autoconciencia se puede desarrollar a través de prácticas como la meditación, la reflexión personal y la atención plena. Estas técnicas nos permiten observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, lo que facilita una comprensión más profunda de nosotros mismos.

    Los traumas del remordimiento son experiencias emocionales intensas que surgen cuando una persona siente una profunda culpa o arrepentimiento por acciones pasadas. Este tipo de trauma puede tener un impacto significativo en la salud mental y emocional de una persona. Aquí hay algunos aspectos clave sobre cómo los traumas del remordimiento pueden afectar a una persona:

    1. Culpa persistente: Las personas pueden sentirse constantemente culpables por sus acciones pasadas, lo que puede llevar a una baja autoestima y autocrítica severa.

    2. Ansiedad y depresión: El remordimiento puede desencadenar sentimientos de ansiedad y depresión, afectando la capacidad de una persona para disfrutar de la vida y participar en actividades cotidianas.

    3. Rumiación: Las personas pueden obsesionarse con sus errores pasados, reviviendo constantemente los eventos y preguntándose qué podrían haber hecho de manera diferente.

    4. Aislamiento social: El remordimiento puede llevar a las personas a aislarse de los demás, ya que pueden sentirse indignas de compañía o apoyo.


    La autoestima es la percepción y valoración que una persona tiene de sí misma. Es un componente fundamental de la salud mental y emocional, ya que influye en cómo nos sentimos, pensamos y actuamos en la vida diaria. Una autoestima saludable nos permite enfrentar desafíos, establecer relaciones positivas y sentirnos satisfechos con nosotros mismos.

    Aspectos clave de la autoestima:

    1. Autoaceptación: Aceptar y valorar quiénes somos, con nuestras fortalezas y debilidades.
    2. Autoconfianza: Creer en nuestras capacidades y habilidades para enfrentar situaciones y alcanzar metas.
    3. Autovaloración: Reconocer nuestro valor intrínseco como personas, independientemente de nuestras circunstancias externas.
    4. Autocuidado: Priorizar nuestro bienestar físico, emocional y mental.
    La autoestima puede ser influenciada por diversas experiencias y factores, como la crianza, las relaciones interpersonales, los logros y fracasos, y la percepción de uno mismo en comparación con los demás. Trabajar en mejorar la autoestima puede implicar prácticas como la autocompasión, la reflexión personal y el establecimiento de metas realistas.


    La conciencia se refiere a la capacidad de una persona para ser consciente de sus creencias, prácticas y experiencias. Esta conciencia puede influir en cómo una persona percibe el mundo, toma de cisiones y la relación con los demás. La conciencia puede incluir:

    1. Creencias y doctrinas: Conocimiento y comprensión de las enseñanzas, principios éticos, morales y hasta principios religiosos.
    2. Prácticas cognitivas: Participación en actividades de auto prospección, la meditación, los servicios religiosos y otros rituales.
    3. Experiencias: Sentimientos y experiencias personales de nuestras actuaciones.
    4. Valores y ética: Adopción de un conjunto de valores y principios morales basados en las enseñanzas familiares, sociales o religiosas.
    La esencia humana es un concepto complejo y multifacético que ha sido explorado por filósofos, científicos y pensadores a lo largo de la historia. En términos generales, se refiere a las características fundamentales que definen lo que significa ser humano. Aquí hay algunos aspectos clave que a menudo se consideran parte de la esencia humana:
    1. Conciencia y Autoconciencia: La capacidad de ser consciente de uno mismo y del entorno, reflexionar sobre nuestras propias experiencias y pensamientos.
    2. Emociones y Sentimientos: La capacidad de experimentar una amplia gama de emociones, desde la alegría y el amor hasta la tristeza y el miedo.
    3. Razonamiento y Pensamiento Crítico: La habilidad para pensar de manera lógica, resolver problemas y tomar decisiones basadas en la reflexión y el análisis.
    4. Creatividad e Imaginación: La capacidad de crear, innovar y visualizar cosas que no existen en la realidad inmediata.
    5. Relaciones Sociales: La tendencia a formar vínculos y relaciones con otros seres humanos, construir comunidades y colaborar.
    6. Búsqueda de Significado: La inclinación a buscar propósito y significado en la vida, explorar preguntas existenciales y espirituales.

      La Diferencia entre Cómo Nos Vemos y Cómo Nos Ven los Demás.
      En la era de subir selfies y la valoración en likes en redes sociales existe siempre una diferencia que alienta el desasosiego porque siempre es menor el numero de likes que nos dan. La percepción que tenemos de nosotros mismos y la que tienen los demás suele ser bastante diferente. Esto se debe a una combinación de factores psicológicos, sociales y cognitivos.

      ¿Por qué se produce esta diferencia?
      1. Sesgos cognitivos: Nuestra mente tiende a favorecer ciertas informaciones y a descartar otras, creando así una visión sesgada de nosotros mismos. Por ejemplo, tendemos a recordar más nuestros éxitos que nuestros fracasos.
      2. Autoengaño: A menudo, nos construimos una imagen idealizada de nosotros mismos, donde minimizamos nuestras debilidades y exageramos nuestras fortalezas.
      3. Miedo al juicio: El miedo a ser juzgados negativamente puede llevarnos a ocultar aspectos de nuestra personalidad o a presentar una imagen falsa de nosotros mismos.
      4. Perspectiva limitada: Nuestra visión de nosotros mismos está limitada por nuestra propia experiencia y perspectiva. No podemos vernos objetivamente como lo hacen los demás.
      5. Interacción social: La forma en que nos ven los demás está influenciada por nuestras interacciones sociales, nuestras relaciones y el contexto en el que nos movemos.
      ¿Cómo influye esta diferencia en nuestras vidas?
      • Relaciones interpersonales: La discrepancia entre nuestra autopercepción y la percepción que tienen los demás puede generar malentendidos, conflictos y dificultades en las relaciones.
      • Autoestima: Si nuestra autoimagen es muy diferente de la percepción que tienen los demás, puede afectar nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos.
      • Desarrollo personal: Comprender cómo nos ven los demás puede ser un punto de partida para un crecimiento personal y para mejorar nuestras relaciones.
      ¿Cómo podemos reducir esta brecha?
      • Pedir feedback: Solicita a personas de confianza que te den su opinión honesta sobre ti mismo.
      • Observación de uno mismo: Presta atención a cómo te comportas en diferentes situaciones y cómo reaccionan los demás ante ti.
      • Autoconocimiento: Explora tus pensamientos, emociones y motivaciones a través de la reflexión personal o con la ayuda de un terapeuta.
      • Aceptación: Acepta que no siempre vamos a agradar a todos y que nuestra percepción de nosotros mismos puede no ser del todo precisa.
    La percepción de nosotros mismos esta íntimamente relacionada con cómo nos juzgamos a nosotros mismos. "Sigmund Freud, sugiere que a menudo proyectamos nuestras propias inseguridades y juicios internos sobre los demás. Si somos muy severos con nosotros mismos, es más probable que proyectemos esas mismas críticas sobre los demás. Esta es una forma de "defendernos" de las partes de nosotros que nos resultan difíciles de aceptar".
    Cuando somos exigentes con nosotros mismos, esto puede llevar a una tendencia a ver todo a través de un lente crítica. Si esperamos la perfección de nosotros mismos, también podemos esperar la perfección de los demás. Nuestras creencias internas sobre lo que "deberíamos ser" o "deberíamos hacer" se extienden a cómo percibimos a los demás. Si fallamos en alcanzar esas expectativas, las aplicamos a las otras personas, esperando lo mismo de ellos. Lo que nos viene a decir que es imposible separar el yo de el de ellos.


    Sesgos de la Conciencia: Distorsiones de Nuestra Percepción.
    Los sesgos de la conciencia son patrones sistemáticos de pensamiento o juicio que distorsionan nuestra percepción de la realidad. Es decir, son como "lentes" a través de las cuales vemos el mundo, pero que pueden deformar la imagen que obtenemos. Estos sesgos son inherentes a la mente humana y afectan a todos nosotros, en mayor o menor medida.

    ¿Por qué se producen estos sesgos?
    • Simplificación de la realidad: Nuestro cerebro busca constantemente patrones y simplificaciones para procesar la enorme cantidad de información que recibe. Esto puede llevar a generalizaciones excesivas o a la creación de estereotipos.
    • Protección del ego: A menudo, nuestros sesgos nos ayudan a mantener una imagen positiva de nosotros mismos y de nuestro mundo. Por ejemplo, podemos atribuir nuestros éxitos a nuestras habilidades y nuestros fracasos a factores externos.
    • Experiencias previas: Nuestras experiencias pasadas, creencias y valores influyen en cómo interpretamos la nueva información.
    • Emociones: Nuestras emociones pueden colorear nuestra percepción de la realidad, haciendo que veamos las cosas de manera más positiva o negativa.
    Algunos ejemplos comunes de sesgos cognitivos:
    • Sesgo de confirmación: Tendencia a buscar, interpretar y recordar información que confirme nuestras creencias preexistentes.
    • Sesgo de negatividad: Tendencia a prestar más atención a las experiencias negativas que a las positivas.
    • Sesgo de actor-observador: Tendencia a atribuir nuestros propios errores a factores externos, mientras que atribuimos los errores de los demás a sus características personales.
    • Efecto halo: Tendencia a formar una impresión general de una persona basándonos en una sola característica positiva o negativa.
    • Falso consenso: Tendencia a sobreestimar la medida en que los demás comparten nuestras creencias y actitudes.
    ¿Cómo podemos reducir los sesgos de la conciencia?
    • Conciencia: El primer paso es reconocer que todos tenemos sesgos y que estos pueden influir en nuestras decisiones y juicios.
    • Cuestionamiento: Acostúmbrate a cuestionar tus propias creencias y a buscar información que pueda contradecirlas.
    • Empatía: Ponte en el lugar de los demás para entender mejor sus perspectivas.
    • Pensamiento crítico: Desarrolla habilidades de pensamiento crítico para evaluar la información de manera objetiva.
    • Diversidad de opiniones: Rodéate de personas con diferentes puntos de vista para ampliar tu perspectiva.

    Narcisismo.

    "Patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía. El narcisista se convierte él mismo en su propio mundo y a su vez cree que el mundo entero es él. En los narcisistas encontramos ambición, fantasía, (delirio) de grandeza, y sentimientos de inferioridad, son características propias, inseguridad e insatisfacción crónica, la explotación de los demás y la crueldad hacia otras personas. El narcisista queda atrapado en su imagen, entre la imagen de quien imagina que es y la imagen de quien es en realidad, se identifica con la imagen idealizada de sí mismo, quedando perdida la imagen del yo que le resulta inaceptable, no quiere ver su verdadero yo". (DSM IV)

    El trastorno de personalidad narcisista es una condición de salud mental en la que las personas tienen un sentido exagerado de su propia importancia, autopercepción presumida y una profunda necesidad de admiración. Sin embargo, detrás de esta fachada de confianza extrema, suelen tener una autoestima frágil y son muy sensibles a la crítica.

    Algunos síntomas :
    vanidoso, engreído, presuntuoso, petulante, creído, jactancioso, arrogante, altanero, altivo, fatuo, hinchado, satisfecho, orgulloso, opado, parejero, aguajero.

    Sentirse superior a los demás y esperar un trato especial.
    Exagerar los propios logros y talentos. Falta de empatía hacia los demás.
    Monopolizar las conversaciones y menospreciar a quienes consideran inferiores.
    Ser envidiosos y creer que los demás los envidian.

    Las diferencias entre cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo nos ven los demás pueden ser bastante significativas.
    1. Autoimagen vs. Imagen externa: Nuestra autoimagen está influenciada por nuestras experiencias, emociones y pensamientos internos. En cambio, la imagen que los demás tienen de nosotros se basa en nuestras acciones, comportamientos y la forma en que nos comunicamos.
    2. Sesgo de autocomplacencia: Tendemos a vernos a nosotros mismos de manera más positiva para proteger nuestra autoestima. Los demás pueden tener una visión más objetiva o crítica de nosotros.
    3. Conocimiento interno vs. Conocimiento externo: Nosotros conocemos nuestras intenciones y pensamientos internos, mientras que los demás solo pueden juzgarnos por lo que ven y oyen.
    4. Expectativas y roles sociales: Las expectativas y los roles que desempeñamos en diferentes contextos (trabajo, familia, amigos) pueden influir en cómo nos perciben los demás. Por ejemplo, podemos ser vistos como líderes en el trabajo pero como amigos relajados en un entorno social.
    5. Comunicación no verbal: Nuestra postura, gestos y expresiones faciales pueden transmitir mensajes que no siempre coinciden con lo que sentimos o pensamos internamente.
    6. Proyección y prejuicios: Las personas pueden proyectar sus propias experiencias y prejuicios sobre nosotros, lo que puede distorsionar su percepción.
    Es fascinante cómo estas diferencias pueden afectar nuestras relaciones y nuestra comprensión de nosotros mismos.

    La risa del si mismo.

    El chiste, la ironía o el humor surgen cuando se reconoce una situación común que todos colectivamente comprenden que es ilógico e irracional. Aun asi ¿Por qué lo hacemos si es irracional?
    El mecanismo intelectual de la risa involucra detección de incongruencias, la liberación de tensiones, la superioridad intelectual, y la interacción con el contexto social y cultural. La risa no solo es una respuesta fisiológica, sino también un fenómeno intelectual que se desencadena cuando nuestro cerebro enfrenta situaciones que desafían nuestras expectativas, nos confrontan con lo absurdo o nos permiten liberar tensiones emocionales.

    elementos intelectuales que intervienen en el proceso de la risa:

    1. Incongruencia o violación de expectativas
    La teoría más comúnmente aceptada sobre el origen intelectual de la risa es la teoría de la incongruencia, propuesta por filósofos como Immanuel Kant. Según esta teoría, la risa surge cuando hay una discrepancia entre lo que esperamos y lo que realmente sucede. Este desajuste puede ser de tipo lógico, semántico o incluso moral. Por ejemplo, cuando escuchamos un chiste que involucra una sorpresa o giro inesperado, nuestras expectativas se ven alteradas, lo que produce una reacción emocional (risa).

    Ejemplo: Si una persona cuenta una historia y esperamos una conclusión lógica, pero al final la historia tiene un giro absurdo, nuestro cerebro experimenta esa sorpresa y nuestra reacción natural es la risa.

    2. Cognición de lo absurdo
    La risa también está relacionada con el reconocimiento de lo absurdo o irracional. El humor a menudo se basa en presentar situaciones, argumentos o proposiciones que son claramente ilógicas, pero que a nivel cognitivo tienen sentido dentro de un contexto determinado. Este "juego mental" con la lógica y la razón provoca la risa como una forma de liberar tensiones cognitivas.

    Ejemplo: Los chistes de "no sentido" o las situaciones en las que las normas lógicas parecen no aplicarse (como el humor surrealista de Monty Python) provocan risa porque desafían las estructuras mentales establecidas y nos obligan a aceptar algo que no tiene lógica.

    3. Teoría de la superioridad
    Esta teoría, propuesta por filósofos como Thomas Hobbes, sostiene que la risa surge de la percepción de superioridad sobre otros. Esta risa es una forma de afirmación del propio sentido de control o éxito frente a alguien o algo que se percibe como inferior o infortunado. Aunque esta teoría se asocia a menudo con el humor de ridiculización o burla, el mecanismo cognitivo de sentir que uno tiene ventaja sobre una situación o una persona puede provocar una respuesta de risa.

    Ejemplo: Reírse cuando alguien comete un error torpe o se encuentra en una situación embarazosa puede estar relacionado con el sentido de superioridad que sentimos al estar fuera de esa situación.

    4. Liberación de tensiones
    La teoría de la liberación o catarsis propuesta por Freud sugiere que la risa es una forma de liberar tensiones emocionales o psíquicas acumuladas. En este caso, la risa sería el resultado de la reducción de la incomodidad emocional o intelectual que genera la represión de pensamientos o emociones. Cuando algo previamente reprimido se expresa de forma indirecta o se presenta de manera inesperada (como en un chiste de doble sentido o un juego de palabras), provoca una liberación emocional y la risa.

    Ejemplo: El humor que trata temas tabú o socialmente incómodos permite liberar la tensión mental que provoca pensar en esos temas.

    5. Teoría del juego
    Otro mecanismo intelectual de la risa es el que se encuentra en la teoría del juego, que fue explorada por filósofos como Henri Bergson. Según esta teoría, la risa surge como respuesta a la mecanización de la vida. Es decir, cuando una acción humana pierde su espontaneidad y parece volverse repetitiva, rígida o artificial, provoca la risa. El cerebro humano se siente cómodo con la flexibilidad y la creatividad, pero se ríe cuando percibe rigidez o falta de adaptación a una situación social o cultural.

    Ejemplo: Una persona repite una acción de manera exagerada o poco natural, como un "tic" en su comportamiento, lo que puede generar risa porque parece que la acción es mecánica y no humana.

    6. Contexto social e intelectual
    La risa también tiene un componente social e intelectual muy importante. A menudo, las personas se ríen en situaciones donde comparten un entendimiento común o una referencia cultural. El chiste, la ironía o el humor surgen cuando se reconoce una situación común que todos comprenden, pero que se presenta de una manera inesperada. En este sentido, la risa es también una forma de reafirmación grupal o de conexión intelectual dentro de un contexto social compartido.


    Juzgar a las personas para luego criticarlas depende mucho de lo severo que eres para juzgarte a ti mismo y de la autocompasión que te tengas.
     
    #1
    Última modificación: 1 de Diciembre de 2024
    A dragon_ecu y Alde les gusta esto.
  2. Alde

    Alde Miembro del Jurado/Amante apasionado Miembro del Equipo Miembro del JURADO DE LA MUSA

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    Un escrito profundo y reflexivo.

    Saludos
     
    #2

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