Aquella noche

Que el austero de tu mirada indique, mi bella amada, el sabor de una no tan lejana vida de ensueño, vida de esperanza... no sean mis ojos treta sucia de una esperada risa de vida, risa de amor, de amor y alegría, la cual llene de noches e insomnios mi verdadera ilusión, mi verdadera placía. Noches de pasión y días de total satisfacción, me trae el hecho de tu total dedicación. Concibo aquél sueño de amor y sosiego, como vida querella si es que a tu lado no me encuentro. Pero, mientras siga vivo en mí, recuerdo primoroso de almas en busca de complemento, noches frías y alejadas no serán más mi mayor tormento. Tan solo espero día de raudas encuentro, donde la noche sea testigo de un puro y más veraz beso.

 

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Excelente escrito, una prosa prodigiosa.

 

Muchas gracias por la bienvenida, es todo un gusto para mí pertenecer a esta comunidad de versos.

Mucho saludos, y que los versos lo acompañen.