Ascendiendo rápidamente hasta el trono del Averno

Juzgar mi prosa y mis versos sintiéndolos minúsculos ante ti, es un efecto que pocos pueden causar.

Ubicar tu nombre, en alguna casilla grande del archivo, para guardar en ella cada recuerdo, cada palabra, cada suspiro que tú dejes escapar y que pretendo poder de ti robar.

Renunciar a andar por la acera y atreverme a caminar en medio de la carretera, es un riesgo que por ti vale la pena tomar.

Ocultar mi sentir solo por un rato y verlo escaparse en alguna palabra, en alguna mirada, o una carcajada tonta que te abre la puerta para que no dudes en entrar y te des una siesta en el sofá mientras embelesada te observo dormir sin siquiera esforzarme por hacerte despertar.

Pensar en ti, sacrificando mi efímero tiempo con plena satisfacción y asustarme al creer que es ofensivo lo que he dicho.

Empezar una noche en un lugar oscuro y solo, lleno de moho hasta el tope por la humedad de mis lágrimas; es un contexto que se va extinguiendo e iluminando, cuando aparece tu silueta en una mente que bien sabe dibujar imágenes, que bien sabe verte llegar en una nube hasta mi encuentro y repetir esas palabras que si bien no creo, no es por desconfianza en ti, sino meramente en mí, que me la vivo soñando y temo andarme confundiendo. O considero tu grandeza a tal punto que me hace sentir no merecer de ellas ni la mitad.

Navegar en tu voz sobre una indefensa canoa que tu aliento mueve a su antojo, es un espectáculo que gozarías contemplar, y que fragmenta mi ego en partículas diminutas e imperceptibles a la vista.

Seguir, buscando zarpar en algún puerto al que nadie haya llegado sin notar siquiera que tu mundo también es redondo y que recorriendo el mismo sendero siempre voy a parar al mismo lugar: uno donde no me logras encontrar.

Ahorcar cualquier palabra, cualquier pensamiento que pueda herirte, asesinar mi sed de siempre hacia el sarcasmo y la detracción para no decir cosas que ni siquiera crea, o para no cerrar la puerta porque quiero seguir contemplándote dormir en el sofá, bello como siempre, mientras esa sonrisa que dices te logra fascinar se dibuja en mi rostro y mis ojos lanzan un destello tan resplandeciente que tu sueño interrumpe al son en que los tuyos se abren y me recuerdan el cielo de Julio una vez más.

Recordar un único y fugaz encuentro, una que otra palabra, suspirar, tantos verbos… desear que logres leer entre líneas y encontrar el mensaje que entre tantos enredos mi mente intentó enmascarar.

Escucharte.

Necesitarte.

Temblar.

Ignorar el peligro y continuar.

 

ohhoo woowww beixi me dejaste sin palabras ehh vaya este poema si que encanto el toque que le das al final una constelacion para ti .. saludos.

 

Beixi!
Pasando por mis escritos siempre... un abrazo siempre agradecida con tu presencia