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Atizador o rasqueta de Lucresia

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Fulgencio Cibertraker, 5 de Junio de 2017. Respuestas: 2 | Visitas: 305

  1. Fulgencio Cibertraker

    Fulgencio Cibertraker Poeta adicto al portal

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    Hombre
    Andaba Lucressia
    Siempre con el a cuestas,
    Con su atizador prendido
    Que en realidad solo era
    ferro rascador tendido,
    con mango de madera
    y garra de acero revenido
    forrado de cierto pelo
    como a ella desta guisa
    le gustaba pronombrarlo.

    Que lo mismo valía de fusta
    Que de removedor de pucheros.
    Se acostumbró la viuda
    A llevarlo siempre encima
    Desde que un cavallo arisco
    Áspero, de mala sangre
    Lo compro casi de valde.

    De difícil e inquina doma
    Todo el corpo de viva sangre
    Seco como un alambre
    Inquieto, nervioso, y basilisco.

    Comprendió rápidamente
    Que no era sarna lo que tenia
    Como o vendedor tramposo
    Con cierta duda suponía,
    Sino que le gustaba rascarse
    Si le picaba la piel arrevenida.

    A ella le gustaba referirse
    Al rascador me refiero
    Como barita de hadas
    Pero las gentes del lugar
    Igualaban a imaginar
    Como bruxa de escoba
    con una de sus ramas.

    Ella siempre decía
    A las bestias me refiero
    Que no los acariciaba
    Que los animales preferían
    Que a ratos los rascaran.

    Pues con ellos mejor darlos
    De comer, rascar y aparear
    Todo empezar querer les era
    Que de noche estabularlos.

    Isto es como surgió la leyenda
    Que si cerca del lugar, hubiera
    En cerca un animal avieso
    Llevabanselo presto tieso
    Por si tuviera algún remedio
    Para luego, pasados tres días
    Pagara su justo precio
    O quizá no lo tenia
    Porque ellos preferían
    Coger lo poco que te daba
    Que perderlo sen remedio.

    Así que advertían a los niños
    Cuando eran malos e traviesos
    Que o bien el hombre del saco venia
    O bien a Lucrecia allegaban
    O a confesar a la santa iglesia.

    Puestos a elegir pobres niños
    si Lucrecia les tocaba
    Sabiendo les esperaba
    Con su atizador y en ristre ira
    Desde el rascador atizaba
    O te deslomaba a letanías.

    Vaya con el fierro atizador
    Que las veces hacia de tenedor
    Otras de trinche, u orca fina
    Las menos veces de alargador
    Otras de lanza o arrojador
    O de rascaflor o escofina.

    Que lo mesmo te arrancaba la piel
    Pelaba la fruta, hacía de colador
    O de probador por las cocinas.

    Había que verlo para creerlo
    Pues desta facha nos venia
    Ella, espanto de aparecida
    Él, cavallo de tormenta
    Con su rascador escofina
    Su mano firme lo portaba
    Seguida de corvo tieso
    Galgo flaco hasta los huesos
    Queal parecer ningun destos
    Pouco ou nada me comían.

    Para cuando a todos les llovía
    Aullaban xuntos las tormentas
    Madre mía que apariencia
    El alma nos compungía
    Sin que probaran mordida
    Sin que probara marido
    Ni vara, ni doncel, ni olivo
    A una, todos juntos maldiciendo.

    Al despertarse la luna
    Que tormento, que quebranto
    Espanto de rascador
    Pálida yegua al trasluz,
    Costillas de palo el galgo
    Que visto y no visto, ser
    verle transparentarse la tez
    Darles sin sombra ni espejo
    La trémula luz de la luna
    Ni a miña alma abeiro
    Non fai descansa alguna.

    Que es verlos y no contarlo
    Y como lo cuentan lo cuento
    Que así es, como lo cuentan
    Son ánimas del purgatorio.

    Que dicen su alma han visto
    Siguiendo a las Santa Compaña
    Persiguiendo a su muerto marido
    Con su escoba, su rascador y jaca.
    Que hasta la mesma santa compaña
    Huyendo se habrá despavorido.

    Ver a los dos amantes
    Ella pálida, y o Él frio
    Y el genio de su lámpara
    A toda mecha, horripilado.
    Ni fulgor, sin sudor, ni brío
    Anémica la tez, desnutridos
    Cadavéricos o por frio ateridos
    Eles foie peixe é ter cola freixa
    O mi anima encuentre esposa
    O yo bendita fe respuesta
    A cuanto aquí lo acontecido.
    [​IMG]

    .- Caballero no sabe usted nada
    por secreto en el alma femenino,
    cree que por regalarnos una joya
    le tendremos aún más apremio.
    Es su valor el que nos sobra
    y la intención del esfuerzo,
    del señor el que se premia
    todo es cuestión del valor
    que nos dais en cada joya
    donde va implícito su alto precio.

    .- Según eso, si un campesino
    viene en regalar una manzana
    le tendréis a fuer igual cariño
    que un magnífico collar de toisón
    si el vulgar ladrón es magnifico rey
    lo deja sin querer prendido al cuello.

    Regalarnos con palabras el oído
    o dejarnos cariño prendido al cuello
    al final lo veis, le vais cogiendo el hilo


    Del poema epico Lucrecia Mataplana
     
    #1
    Última modificación: 5 de Octubre de 2017
    A Valen_Tina le gusta esto.
  2. Valen_Tina

    Valen_Tina Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Siempre había creido Fulgencio que el atizador solo era para el fuego de la chimenea, para atizarle a los troncos de leña o remover las brasas, parece ser que esta Lucrecia era muy creativa y le dio muchas mas utilidades, aparte de ser otra institución de esas que imponían como el hombre del saco y la Iglesia, vaya trilogía. La verdad es que da un poco de miedo la Lucrecia, sobre todo la última estrofa.
    Saludos Poeta
     
    #2
  3. Fulgencio Cibertraker

    Fulgencio Cibertraker Poeta adicto al portal

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    Como le dije a otro distinguido,
    pero no tan destacado "miembro" 1
    que son tres pobres meses hechos
    para daros tan cumplida respuesta.

    Siempre había o tenía creído
    que el atizador de garra solo era
    para el fuego de la chimenea,
    para atizarle a los troncos de leña
    o pinchar y remover las brasas teas.

    Parece ser que esta ilustrísima Lucrecia
    era muy creativa y se dio muchas mas manías,
    aparte de ser institución de esas que imponían
    vaya trilogía, con el hombre del saco y la Iglesia.

    La verdad es que da un poco de miedo la Lucrecia,
    sobre todo la última estrofa
    y eso pretendías.

    ¿Tú no serás la Valentiana del pasillo en bóveda del fin del mundo?, bendita memoria selectiva. En fin que me has recordado que tengo más de 500 cuartillas y que tengo poco a poco que subir al foro de novelas la también titulada Lucrecia (también llevo 3 meses sin hacerlo). Luego me queda darle luz y esplendor.

    1 Tenéis todos tantos premios y cartelas
    y se os mueven copas o caen los libros,
    que he generado una ceguera selectiva
    y solo me centro en el texto.

    Esto ha dado a situaciones humoristicas
    como pedirle a un administrador plenipotenciario
    que [Reporte] para que le puedan cambiar de foro
    su engañosa poesía.


    Y claro la pobre se parte de risa,
    va y me contesta y al ver tanta
    y tan coloridas cartelas,
    me cura de la ceguera
    mientras le pido disculpas.


    Así pues... aunque largo con cariño
    pues que os pido disculpas amiga
    en la seguridad de que con migo
    tarde o temprano en este hilo
    con migo la vais a tener,
    para morirnos de risa.
     
    #3
    Última modificación: 5 de Octubre de 2017

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