Aunque nunca leas este poema - (publicado 50 años después)

Aclaración necesaria

Comencé a escribir poemas ocasionales a mediados de los 60, pero muy pocos de aquella época se salvaron del olvido. Probablemente este sea uno de los más antiguos. No lo di a conocer antes, porque siempre lo sentí como algo demasiado personal, de poco interés para otras personas. Pero hoy, a partir de una reflexión muy interesante de Elecctriplem, he cambiado de opinión, y he decidido salvar la deuda moral de no haberlo hecho antes.

Aunque nunca leas este poema

Aún cuando desde niño te tuve amado respeto,
aún cuando de hombre no me atrevo a contradecirte,
aún cuando tu palabra es sagrada para mí,
y hasta te he escrito en silencio
y me he quejado de tu tutela santa,
llena de ojos para ver por los míos,
y para sentir por todo cuánto siento,
o aún más,
cuando he jurado librarme de tu cadena de amor,
que tanto me ha quitado
y me ha cohibido de actuar libremente,
tendré que reconocer que nada ni nadie nos ha separado nunca,
aunque siempre hemos vivido temidos el uno del otro,
separados por una muralla de respeto mutuo,
como si quisiéramos amarnos más
o luchar hasta el final por un motivo increíble, santo.

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Muchas veces he intentado llegar hasta ti
y abrazarte,
y besarte como a Dios,
y pedirte perdón por toda mi falta de cariño externo,
y comenzar de nuevo la vida para amarte eternamente,
sin escatimar ni tiempo ni forma,
sin perderte de vista un solo instante.

Muchas veces pienso que ya es tarde.
A veces me detengo en ti
y entonces comprendo cuan dura es la realidad que se aproxima,
cuan grande y dolorosa es la separación,
y me pregunto qué será de mí luego,
qué extraño camino de mundo iniciaré después,
cuando ya no tenga un ideal de mis poemas,
ni aquella lejana sabiduría de tu entereza.
¿Por qué podré luchar entonces?
¿Para quién quedará entonces la posibilidad de mi éxito,
si en todo momento he luchado por la grandeza de tu nombre?

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Yo,
tu niño mimado de mis primeros años,
el hijo increíblemente introvertido para con el mundo
y para contigo,
aquel ser torpemente inútil para todo lo físico,
siempre sumido en hojas amarillentas que tú no leías,
o que ni siquiera conocías.

Yo,
tu fruto recogido y cuidado con esmero,
que tienes por el más inteligente de tus hijos
o al menos el más estudioso y medido.

Yo,
que te veo ahora vivo y muerto al final de tu vida,
vencido por el trabajo sin más compensación
que el sacrificio.

Yo,
amante fiel de tu entrega admirable,
levanto todo el peso de mi corazón sufrido
para jurarte que seré un hijo digno de ti,
y que te amo, padre,
aunque nunca leas este poema.

Frank Calle (18 / nov / 1969)

Mi padre falleció en julio de 1987, a los 73 años, veintidos después de escrito el poema, que nunca conoció. Mi madre le sobrevivió más de veinte años. Falleció cuando estaba por cumplir 97 años. Deuda de hijo, saldada. Se conocieron desde jóvenes, y pasaron la vida juntos, pienso que incluso después de la muerte del viejo. Durante años mi madre nunca aceptó esa realidad.

 

Celebro que Alecctriplem te haya motivado a desempolvar estas líneas. Mi padre ni se enteró que yo escribía y a mi madre le pedí que no lo hiciera aún porque desmerecía mucho a una de nueras predilectas. Les he escrito después de que ambos se fueron y aún no siento saldada ninguna cuenta. Te comprendo y quisiera sentir lo que tú. Saludos cordiales, Frank.

 

Me has conmovido al leerte y no pude evitar que una lágrima rodara por mi mejilla. Me alegro que hayas por fin publicado tan conmovedores pensamientos. Mi padre murió hace casi tres años y yo le leí varios de los poemas que le escribí y también mi hermano se los leyó a petición mia y mi padre lloró. Aún después de muerto le sigo escribiendo. Gracias por compartir. Un abrazo y Bendiciines todas.

 

Conmovedor el amor y el respeto que evidencias para tu padre en estos versos, poeta, te dejo un cielo de estrellas y mi admiración. Saludos

 

Amigo Frank, ha sido un acierto y una suerte para nosotros que al final tu poema haya visto la luz y nos hayas regalado poder disfrutar de aquella reflexión que ahora ha quedado grabada para la posteridad.
Yo no hace mucho que escribo, pero en mi entorno familiar no conocen esa faceta de mi vida y aunque no dispongo de mucho tiempo, trato de liberarme con la poesía.
Un fuerte abrazo querido amigo.

 

Mucho me agrada tu comentario, Alcón. Quiere decir que hemos vivido aspìraciones semejantes, y partiendo entonces de mi propia experiencia, puedo sugerirte que no permitas que te ocurra lo mismo.

Para mi la poesía comenzó siendo como una necesidad muy personal, que no tenía que ver con los demás. En realidad necesitaba escribir de cualquier cosa, y como no tenía un tema, empecé por copiar las páginas de un libro de química que tenía mi padre, sin ningún objetivo. Simplemente sentía placer por escribir, escribir, páginas y páginas, y creo que por entonces no tenía más de 10 u 11 años. Llené libretas sin entender mucho, pero era una manera de abrir las puertas a aquella pasión.

Y una cosa condujo a la otra. En mi mente empezaban a aparecer versos sueltos, que luego se transformaron en poemas completos cuando empecé a leer a Martí:

"Mírame madre y por tu amor, no llores,
si esclavo de mi edad y mis doctrinas,
tu mártir corazón llené de espinas,
piensa que nacen entre espinas, flores"

Ese bellísimo poema lo escribio Martí, como dedicatoria, en una foto que envía a su madre, de sus días en presidio político, en la que aparece en pésimo estado de salud, y con grilletes, apenas con 16 años.

Todavía recuerdo de memoría la primera frase de uno de sus grandes discursos ante los emigrados cubanos que vivian en Tampa: "¡Para Cuba que sufre, la primera palabra!".

Apenas tenía yo unos 13 años, pero aquellas lecturas cambiaron mi vida. Lamentablemente, mis estudiantes de hoy, que ya cursan la universidad, me aseguran que jamás han leído un libro, ni siquiera en formato digital.

Pienso que es bueno que tus familiares lleguen a conocer tus intereses por la literatura. Eso te va a acompañar toda la vida, y nunca será para mal. No quiere decir que tenga que ser ahora mismo, debes buscar el momento apropiado, y acercarte a aquel o aquellos con los que tengas más afinidad. Sé que no es cosa fácil. Quizás mi propia historia te sirva de introducción.

Te deseo de corazón mucho éxito en la decisión que tomes.

Un abrazo,

Frank
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Gracias amigo por tus sabios consejos. Los tendré en cuenta.
Un fuerte abrazo.

 

Pués pienso que aunque no lo leyó, si lo hubiera hecho se hubiera sentido orgulloso de esas palabras que han salido de lo más profundo del corazón. Ellos viven si los recordamos, y esta es la prueba que vivirá por siempre. Un saludo muy afectuoso.

 

Me llena de enorme gusto que lo haya publicado Frank , estoy conmovida porque no conozco amor tan grande como los padres, es tan difícil vivir sin ellos, soy muy cercana a la familia, creo en los valores , la educación y el respeto por la vida, la figura paterna para mí es lo más cercano a un héroe, alguien que te protege en desvelo , aunque yo he fallado quizás en algunos aspectos me lavo el rostro y continuo , hay cosas en la vida que no deben ser calladas, la deuda está saldada amigo .
Un abrazo hasta Cuba, gracias por escribir estos versos y compartir, sobretodo por siempre dejar una reflexión en mí.

 

Gracias Cris, por primera vez tengo el placer de contestar a varios amigos por los comentarios de un poema. Comprendo que la razón es la propia naturaleza del poema, que ha sido sensible para algunas personas. Puedo confesar sin penas que cuando encontré el poema, tantos años después de haberlo escrito (similar me ocurrió con el poema a mi madre), no puede terminar la lectura, aunque de la muerte de mi padre ya habían pasado 30 años.

Un abrazo,

Frank
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No menos conmovido me siento yo al ver tu mensaje, Alecctriplem. Esos sentimientos estoy seguro que los comparten la mayoría de las personas que dedican tiempo a visitar este portal. Debería ser lo más normal de la vida, pero lamentablemente en nuestros tiempos hay muchas distancias dentro de las propias familias.

Si con ese poema he logrado motivar a que otros revivan sus propios sentimientos y les produzcan recuerdos gratos, aunque sean tristes, entonces me siento yo reconfortado.

Debo disculparme por el error al confundir el sexo. Lo peor es que han pasado meses y no me percaté antes.

Debo agradecer especialmente por el hecho de comentar algunos poemas ya pasados al olvido. Al llevarlos de nuevo al comienzo de las novedades, siempre ocurre que nuevas personas los conocen y recibo nuevos comentarios en poemas que ya estaban en el olvido.

Un fuerte abrazo,

Frank
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