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autodestrucción

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por San León, 27 de Octubre de 2013. Respuestas: 0 | Visitas: 375

  1. San León

    San León Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    16 de Marzo de 2013
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    Ella me dejó
    y yo me quise suicidar
    quise desaparecer
    consumirme hasta las entrañas
    - primero la carne iría hundiéndose
    luego los huesos se secarían
    y por último el alma se volvería un líquido negruzco como el alquitrán-
    y día a día ir desapareciendo,
    como arrastrado por las horas.
    y yo solo me quería suicidar...
    lentamente.
    y tan solo pensaba en el salto del ángel al salir el sol,
    solitario,
    en un piso de estudiantes donde todo era silencio,
    como si nadie más existiera en él;
    como si la gente fuera haces de luz fosforescente agitadas de un lugar a otro.
    y pronto tuve pesadillas con figuras negras observándome en silencio como un ángel negro de piedra esperando el momento para alargarme la mano.
    y yo al verle me cubría con la fina sábana
    y la figura reía desde su lugar...
    y el sueño nunca terminaba
    la pesadilla jamás rozaba el alba, interminable.


    durante el día iba desapareciendo lentamente
    en la desesperación y la frustración
    y por la noche dejaba que me aniquilaran y me devoraran las pesadillas.
    unas veces era la figura negra, riéndose, cada día un poco más cerca de mí, acercándose a la cama.
    otras veces era un yo un ángel cayendo por los eternos acantilados, con las alas quemadas hasta la ceniza,
    cayendo en el interminable vacío del sueño.
    y de mientras ella y yo seguíamos hablando.
    y cada vez que hablábamos me dolía un poco más y un poco menos,
    todo a la vez.
    porque cada vez que hablábamos, yo había desaparecido un poco más
    y había un poco menos donde sentir dolor.


    en poco tiempo perdí casi diez quilos,
    ojeras negras como ningunas otras,
    barba espesa,
    pálido como la dama muerte.


    no taré en sentir que ya no había nada.
    entonces acabó el curso
    y volví a casa;
    dejé atrás el piso
    y no volví a ver la figura negra acechando.
    no volví a hablar con ella en meses
    tampoco le llegué a contar nunca nada de todo aquello
    porque sabía que ella lo pasaba igual de mal y no quería cargarla más.


    pero al final todo había terminado, pensé
    algo parecido a un suicidio lento hasta la evaporación;
    la destrucción de las alas,
    el cuerpo desgranado
    y quizás, por delante,
    un ardiente verano en el que renacer un poco.
     
    #1

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