Ayudando al desayuno

Las dos horas siguientes: el carro en el que viajaban los dos guerreros, desmentía la advertencia de, no subir, como si fuera un carro loco que va del bosque al océano en piernas de laurel seguido de coronas de viento mintiendo el ruido como sonido y el sonido como aire hasta llegar al punto clave de nuestra atrevida moraleja.-el único animal que tenía memoria en ese entonces era el león que comía entre las comidas para olfatear cielo, deseoso de llover por haber masticado de mas.

-El único amuleto probable de personas con problemas sería la carne; que no cabe decir son ruidos con muchas proteínas que hacen que la noche caiga, así como la noche cae.- es la hermana del infierno caer en la comida, caer del cielo, volver a nacer; el único tesoro probable es ser un hombre mayor con jurisdicción por espionaje que encaja en las vigilias de una resurrección,- ¿Por qué recordar que apartamos la vista del olor a aceite?

-He visto flores como prados, que platican las señas de la glorificación o enfermedades, y la plática mas cortante que viene de arriba va sigilosa a encontrarse entre el animal y la sombra, conduciendo con un motor que no asfixia al cortes de la comedia. –O como dicen, el tutor que suelta todo desde debajo de la mesa.-Estoy comiendo cansado, ¿qué más puede doler?.

Aviso…

He visto lunas partidas por la mitad, deseosas de cavar por fuego, una delante de la otra, y, su despedida es la de una estela casi intacta que arrastra carros a presión, exigiendo que el animal sea más pesado, como si encontraras arañas en tu cabello, con desmayos un poco menos defectuosos.