Azul de Azules

Los seres humanos hablan de las personas, escriben sobre ella hasta con las más variadas tintas. Las personas fabrican sus propias etiquetas, el jugo del prejuicio. La gente se mueve por aquí y por allá. El vulgo es la granja abandonada. Por qué tanta necesidad de hablar de los humanos, será talvez que primero están ellos y luego las emociones. Ya cientos de miles de cosas se han dicho, escrito; y aún así nuestro momento no es tan distinto a aquellos viejos y maltratados momentos. Parece que nada y poco se aprende, y ya el mismo Tiempo parece resignarse frente a la humanidad. ¿Es que realmente es necesario estar al borde del precipicio para cambiar? Perece el mundo, triste está el Tiempo.
He de aquí de observarnos la Muerte.
La Soledad, musa de musas, pareja del Silencio.
Ellos cuatro permanecen, como fríos, ninguna lágrima se les escapa; o será que no pueden ya llorar.
La música congelada algún día se derretirá.
Hasta ahora, pareja de parejas, fiel de fidelidades: la Muerte y el Tiempo. ¡Oh! cuánto de común tienen, y que crueles son a los ojos de lo pequeño.
Tensas emociones y variados sentimientos han caído desde las nubes, como llanto de lluvia, mucho antes que aquel humano haya conformado la primera plebe.
Los más bellos versos se han escrito y se ha transformado al mismísimo arte en aquella sacra daga que ha de liberarnos de la espesa y dura burbuja del mundo, mas ha sido ella misma la que nos lo permitió penetrarlo. Hemos perforado lo imperforable y hemos volado aún cuando no teníamos alas, pero sin embargo aquí nos encontramos, en medio del sufrimiento. Tal y como un anciano náufrago perdido en su bote en medio del viejo océano. Cómo podrá resolverse ésto. El Silencio tiene todas las respuestas mas nadie le escucha. Todos hablan al mismo tiempo, pero no al mismísimo Tiempo. ¡Oh, admirables letras! Ustedes sí que nunca han de cansarse. O al menos no han de demostrarlo. Pobres ellas, tan mal usadas y manoseadas han de haber sido. Las lámparas siguen alumbrando, las sombras nunca nos abandonarán y las estrellas por siempre allí estarán. Penumbras y penumbras han de susurrarnos mientras dormimos, y nosotros hemos de soñar. ¡Oh, sueño de sueños! No nos despiertes, que a tí te preferimos en vez de a una cruda pesadilla. ¡Oh, Señor, no culpes a aquellos que te confunden con ella, más no tienen la culpa de no poder verle a través de millas!
El Misterio y el Sueño, grandes viejos amigos, grandes artistas introvertidos.
Arquitectura de papel espera ser construida, para luego esperar ser pintada con aquellos colores del temor y del amor, ¡Oh, afortunada paleta! Contigo los dioses pintarán los más exquisitos cuadros de marcos de sonidos y melodías.
»Oh, digno sufridor y andante de noches, espera a tus pasos, que muy rápido has de andar. Dibuja sombras entre los faroles y adórnalas de esculturas de hielo: hermosas lágrimas congeladas.
¡Míra, allí está la Luna! ¿No te has dado cuenta? Estuvo toda la noche despierta, junto a ti.
Ella estará allí, acompañándote aún cuando tú aquí ya no estés, jamás te abandonará.
Las estrellas sonríen de felicidad, ¡Oh, mis dulces! Ustedes sí que conocen hasta las más agrias angustias y ásperas sensaciones.

»Si todos soñamos lo mismo, se cumplirá. Un hada me lo ha dicho al oído, así que no tengas alguna duda de ello. ¡Sueñen, sueñen frágiles y tiernas criaturas, sueñen! Adorables perlas cristalizadas bañan una vez más mágicamente el planeta, cometas invisibles nacen para ser vistos. Dignas estrellas fugaces de pupilas.
»Así mismo y así, los espero. Todos los esperaremos, tendremos paciencia desde estos lados de la nube. Mientras tanto, leeremos algo de poesía.
»Anhelando así que transformen sus noches en buenos días.
»Por siempre así, las bellas noches de aquellos y esos días, serán aún más bellas que nuestras poesías.

[Escrito el martes, 27 de Julio de 2010 a la(s) 7:40]​

 

Si la muerte es vida y el tiempo no existe, si la soledad es un privilegio para el silencio, ¿por qué seguimos sufriendo? . Puede que no seamos capaces de soñar todos juntos no crees?, ...ni siquiera somos capaces de amar. Esta humanidad de azules...
Me gusta mucho tu estilo Nýcolas, ese perderse en el orbe de uno mismo es bello.

Estrellas.

Uqbar

 

Gracias por tu lectura y por tus visiones que compartes aquí conmigo...