Babel

La babel de aroma de sardanápalo hiende su pico hierático en el crepúsculo de melancólica majestad divina.Desde allí,los ropajes ecuménicos visten la soberbia construcción con la apoteosis de una lúgubre centella en llamarada sacramental.El poder divino deviene en tiempo mortuorio.Y es entonces cuando el gladiador de ceñuda mirada gris va subiendo los peldaños copulando con la salvaje hiedra;salpicada con la sangre pura que hierve en las venas sagradas del dios del vino.¡Oh!noche fúnebre,ya has llegado.Y como un ladrón bíblico te deshaces en elogios centelleantes hacia la sabia y joven pitonisa que,con sus pies descalzos,remueve la tintura que ya corre como afluente benigno de la torre pagana;conmemorada a la soberbia de los enemigos declarados del denostado pueblo judío.Y como si de un fin apocalíptico se tratara,el relámpago magno hace trizas lo que queda de las ruinas por siempre paganas.

 

homo-adictus,me he tomado la molestia en rescatar el mito de la torre de babel.Esta vez lo adorno con imágenes trascendentes y teñidas con cierto colorido pagano.Con la intención de des mixtificar lo que recoge la sacrílega biblia,la cual ha cargado en su famoso relato contra la soberbia del pueblo que sometía a los judíos...metiendo de por medio a un Dios iracundo que castigaba con bravura y crueldad al objeto de odio de esos ensoberbecidos rabinos de hipócrita semblante.Atentamente Edouard.

 

Muy interesantes entregas. Cargadas de simbolismos.

Saludos,

Palmira