Bailemos el trompo

Tómame de la punta,
Enrrédame tus cabellos
sin dejar ni uno de ellos
fuera del giro de mi junta

Bailemos el trompo a fuera
do piso o hierro no hiera.
Giremos con él, vuelta y vuelta
hasta cabeza dejar en la tierra.

El trompo me gusta bailar
baila el trompo conmigo
sin parar el gran desafío
de bailar sin desvarío.

Mi papi uno me hizo
en torno fino, puntiagudo
tan bonito como ninguno,
de roble blanco, macizo.

Amanda quiso bailar
el trompo junto a los niños
Mi papi raudo le dijo
las niñas no lo pueden bailar

Mi madre muy enojada
lo tomó de la punta segura
muy iracunda y cara dura
Le dio tremenda arrojada


Todos ojos saltones
lo vieron empezar a girar
bailar, bailar y bailar el
trompo daba girones

Quiénes dicen que las niñas
El trompo no pueden bailar
los niños al verlo girar
de las niñas sienten envidia.

 

Bellas y dulces evocaciones, que nos cuentan un tiempo muy personal del poeta; desde donde con ternura
hilvana con creatividad, la profundidad al mismo tiempo de su siempre humano corazón. Bello sentir compañero Lex.
Un gusto saludarlo, y comprobar que todavía sigue en la lucha consigo mismo.
Cordialmente:

 

Siempre que me comentas un poema, me haces preguntarme: y es de mi que esta hablando? Ajajaj.

Si amigo, sigo luchando con mis dudas.

 

Muchas gracias amiga.
Agradezco que tomes tiempo para venir a leer mis trazos.

 

Compañero lexema que buen infantil me encantó

 

Gracias Mary, por estar por estos lares y posar tus ojos en estas líneas. Cordialmente.

 

Mágicos instantes que ruedan al son de aquellos juguetes tan chispeantes... me recordó que me encantaba lanzarlos y me salía muy bien jejeje...
Un gusto leerte amigo...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Así me sentía mientras escribía el poema.

Gracias Nancy, por estar y compartir.

 

Un gusto.