Barrio

La filosofía de Lugano está en la mesa de un bar, en las esquinas y sus barras futboleras en los 90s, en los cumpleaños de 15 de la época, en la música de los autos, los sábados a eso de las 5 de la tarde, cuando los viejos habilitaban los autos para salir a dar vueltas por el barrio. Cuando se cortaban las calles para una comilona en la cuadra, toda esa hermandad es simplemente familia, Lugano es eso, es la familia, conlleva en la sangre una riqueza cultural y popular que no se si todos los barrios tienen. Todos llevamos el gen inconsciente que va recorriendo toda nuestra historia. Cuando me enteré que artistas de la talla de Luca, Pappo, o Manal pasaron por nuestros clubes barriales, automáticamente me recorrió por el cuerpo un escalofrío intenso, que indefectiblemente me llevó a pensar en la memoria popular de los que fueron a ver estos recitales, a encontrar estos testimonios cruciales.

Tal vez ellos como artistas nunca pensaron en lo importante que fue para nuestras calles, el que hayan pasado por el barrio. Es posible que haya habido una modificación en la historia cultural desde aquellos eventos. Es probable que el sobrino del tío roquero que fue a ver a Sumo al LTC, haya agarrado la guitarra después de todas las veces que le contara todo lo que hizo el pelado en escena. Es decir el gen inconsciente popular, tomó esa poesía, incorporó la música y la filosofía de estos, como de otros artistas y las hizo suyas, para luego componer con ideas propias nuestros futuros artistas.