Belleza culinaria

Para aquellos varones que en un momento de la vida, debieron entrar al mundo culinario por fuerza mayor, sé que me van a entender, en especial para los que como yo, con suerte, hacíamos un huevo frito:

Bendito sartén, acogedor del milagroso sofrito,
tu aceite suavizó mis pies ante el empedrado.

Colador compañero, de grandes tallarinatas,
limpiaste mi tristeza, cerniste la alegría.

Cuchillo regalón, cortaste el frío de la soledad,
ofreciéndome los mejores cortes de compañía.

Olla arrocera acunaste mis pensamientos
los dejaste a punto, para no seguir tambaleando.

Pimienta sabrosa, orégano desgreñado,
ajo milenario, pimentón sangrado,
zanahoria y zapallo azucarado,
mil gracias, mi vida la han coloreado.

 

Muy bueno querido amigo...gracias a esa "fuerza mayor" ejeje... y qué tal tu mano? jeej...
Un gusto amigo...te abrazo con todo mi cariño...

 

Buena mano hasta el momento, siempre se aprende en esta vida. Saludos

 

Vaya que te ha inspirado tu entrada al mundo culinario. Simpático poema y sobre todo colmado de agradecimiento. Me gustó leerte.

Un beso.

 

Hola
ya me abriste el apetito,
solo la cuchara sabe como
está el fondo de la olla.
Grato leerte
Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

Gracias por tu comentario