Besándome con la mirada.

No es fácil.





¿ Cine mudo ?



Sólo para sordos.
Un viejo verde...
Dos que se suben,
en el ascensor.


Tres ciruelas pasas.





Cuatro mosqueteros,
para la Reina.
En fin, delfín...
¿ Eres un ser afín ?


Afinidad, ¡ Dios mediante !


Afinidad, y tú me sientas
como un guante.
Tú me sientas, en el sofá
de cuero.


<< Amiga, ¿ Por qué me besas ? >>





Cierra los ojos,
que el guión de cine,
ahora ha parido esta secuencia.


<< ¡ Traerá sus oportunas
y pertinentes consecuencias ! >>





¡ Salvaje Oeste,
no me chilles, que no te veo !
Nobleza obliga a no mirar
a los ojos de la gente.


<< ¿ Insinúas que sólo represento,
para ti, un espectador más,
en una sala ? >>

 

Que bailen las miradas
que sean mariposas
se posen en las rosas
que dancen sus tonadas

Un abrazo Nommo.

 

Me parece genial esta interpretación poética. La nobleza también mira a los ojos directamente sin apellidos. Somos así teatralmente.

 

Somos así, pero no es fácil representar ese papel majestuoso.
Dado que mezcla varios estilos, y los aúna.
El Gozo es verdadero Amor, después de todo.
Eclecticismo de la ensalada, sin la venganza de Moctezuma.





¿ Tuviste una gran diarrea, oh, flor de Lis ?


<< Los Boy Scouts acampan; todos París,
hijos, obras o responsabilidad, ¡ Porca miseria !
La Dolce Vita puede esperar, pues toca digerir
los alimentos nutritivos que merecemos. >>





El tabaco no es alimento, sino experimento
científico, de la Vía Láctea.
De la leche, en el cuento de la lechera,
al sueño americano; en blanco y negro, como Sam,


que en Casablanca toca el piano.

 

Dicen que los ojos son las ventanas del alma, para quien los sepa leer o quizá para quien bien los interpreta.
Saluditos señor Nommo