Bondad azul...

El zumbido del silencio paseaba detrás de las ventanas, y la
tarde se hacia lenta y fría como las palabras enredadas en
tus labios, de placentera desnudez. Me hablabas de mí, de ti,
de tardes como hoy; de estrellas incrustadas en el techo
mirando nuestros cuerpos florecer.

Destellaban a lo lejos tenues luces que peinaban sus reflejos,
también fríos, entre las hojas de los árboles de la montaña en su
profundo azul; bondad azul que todo acogía: los silencios,
las palabras, los recuerdos y la calidez de tenerte entre mis brazos
casi adormecida de placer, y un cristalino manantial en tu mirada.

El caldero ardía insistentemente abrigando el sueño escondido
de tenernos en la inmensidad del cielo y la tierra, de la luz y las
sombras. Quemábanse también las horas, que minuto a minuto
tornaba en cenizas nuestra misteriosa tarde; silenciosa, necesaria
como el agua de mi sed, como el sueño más profundo, como el aire
que golpeaba mis pulmones, insuflados de montaña, de azul, de
cielo y de ti.

Tarde de inmensidades irrumpiendo en los sentidos, cual punto
de fuga: ínfimo, perdido en toda la faz, pero inmenso de paz,
de armonía; de labios sedosos húmedos y tibios. Tú y yo allí
aferrados a la vida, amansando ansiedad y anidando golondrinas.

El cobertor, el caldero, las prendas; mis zapatos y los tuyos,
mis sueños, mi risa y tu risa fueron la íntima melodía que
acompaño nuestra tarde de zumbidos, de frío, de luz peinada
entre ramas y frenéticas hojas de brisas, de calor y tibieza, de
pieles nuestras, de exquisito café y de todo el amor que anida
este canto sin fin. Llave de sol que abría la dulce partitura en
que se escriben los signos inconfundibles de nuestra melodía:
azul como la montaña, tibia como nuestra piel, alegre como
nuestras sonrisas, exquisita como nuestro café…

JDz.

 

el azul es mi prferido, no se si poruqe suena a esperanza o sabe a melancolía... bella prosa poeta! estrellas!

 

Marea nueva... ¡también azul!

Es un color frío pero combinable con todo el calor.

Te agradezco la lectura y el tiempo;

Saludos afectuosos.

 

La tarde de azules perfectos, que bondadosa se detiene para dos y un café. Hermosa manera de construir imágenes y despertar el pensamiento.

Todas las estrellas José Domínguez.

Un abrazo de bienvenida, gusto conocer tus letras.

 

Eres muy gentil lluviadeabril; de verdad me alegro mucho de sentir tus comentarios.

Gracias por la acogida y por el espacio que has destinado a mi escrito.

Saludos afectuosos y un abrazo también.

 

Un inmenso placer leerle,
gracias por venir a mi espacio poeta


Aplausos a su obra

 

Yo te agradezco el tiempo destinado a mi escrito y tu sentida gentileza.

Saludos afectusos;

José.