Breves patadas al estómago-.

Con útiles de colegio

con rosas inauditas

con bromuros incautos

con salivas venenosas

con raíces estériles

rompieron todo aquello

que merecía la pena.

Los súbitos escalpelos

las rameras insensatas

los cilicios blandos como hormigas

las vacías bibliotecas a deshora

las migas de pan que las palomas

desprecian o deshonran.

Con patadas al cráneo

al estómago, con fértiles

empujones en frías instalaciones,

el hambre se hizo paso,

como un codo por delante del brazo.

Así el hambre. La mayor parte

del cansancio. El resumen y el catálogo

de odios que capacitan al látigo y desalojan

la arena de los patios.©

 

Profundos versos, amigo Ben, siempre interesante empaparse de tu arte. Saludos, feliz fin de semana.

 

Gracias amigo, un saludo cordial!