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bucle

Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por E. Takekami, 29 de Mayo de 2016. Respuestas: 0 | Visitas: 719

  1. E. Takekami

    E. Takekami Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    1 de Enero de 2016
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    Género:
    Hombre
    cuando niño tenía una pesadilla recurrente. en la pesadilla despierto, me siento en la cama asustado y cruzo un pequeño living, en donde mi padre mira televisión en calzoncillos. me pregunta si todo está bien, le respondo que sí, y entro al baño. en el baño me arrojo agua a la cara, miro al espero, y entonces se produce un bucle. es decir, despierto, nuevamente en mi cama, me siento, y el sueño se repite de manera indefinida. cuando finalmente despierto la realidad es casi indistinguible pero no inexistente. con la práctica aprendí a reconocer la realidad. aprendí por ejemplo que en el sueño podía cruzar un living cuatro o cinco veces más largo con saltos de canguro, y aplastar la manija del baño hasta deformarla, lo mismo con las puertas. luego de un tiempo descubrí que podía hablar en cualquier lengua con mi padre, en italiano, alemán y griego, lenguas que a esa edad desconocía. entonces la pesadilla se convirtió en un misterio y comencé a dudar de su legitimidad. todo era falso, la pesadilla misma, era una farsa.


    necesitaba quedarme más tiempo en el sueño para entender la trampa, pero a la vez necesitaba una forma segura de despertar a voluntad, así que comencé a dormir con un pequeño martillo que hurté de la caja de herramientas de mi abuelo. cuando quisiera despertar me daría un pequeño golpe en el brazo y con eso sería suficiente. el sueño siguió repitiéndose, pero estas veces no entraba al baño sino inspeccionaba las demás habitaciones de la casa, todas vacías, y buscaba (irracionalmente, lo sé) al culpable. al principio sólo podía atravesar un par de puertas antes de que ocurriera el bucle, pero con el tiempo pude recorrer toda la casa, salir a la calle, y hablar con otras personas, pero siempre en un momento determinado ocurría lo inevitable y despertaba en mi cama. durante mi adolescencia dormía casi todo el día quedándome en el sueño hasta el amanecer, o hasta las primeras horas de clase en la escuela, a veces días enteros buscando al misterioso responsable. en mis sueños he incluso tomado aviones, estudiado en nueva york, trabajado en alemania, me he enamorado, he tenido hijos y, ya con tantos compromisos, he decidido no despertar más. ahora mismo es casi la una y treinta de la mañana en Junio del año 2016. tengo el martillo en la mano y me aterra la posibilidad de volver a la realidad. aunque a veces, debo admitir, me invada la culpa de no haber devuelto el martillo a mi abuelo Raúl, que a su vez duerme en un cementerio de sudamérica, sin tener cómo mierda despertar.
     
    #1
    Última modificación: 29 de Mayo de 2016
    A LIBRA8 y homo-adictus les gusta esto.

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