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Caminante

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Pierlewis, 10 de Mayo de 2014. Respuestas: 2 | Visitas: 281

  1. Pierlewis

    Pierlewis Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    18 de Diciembre de 2012
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    Que difícil es la vida en este lugar.Los días se van presurosos y las noches parecen no tener fin, mi insomnio es mi única compañía. ¿Cuando llegué a este lugar? No puedo recordarlo con claridad, recuerdo que alguien estaba conmigo, me hablaba y sonreía, y de alguna manera eso es todo lo que puedo recordar. Luego estaba solo, sin nadie que me guíe por el pantano o por el bosque, sin nadie que me acompañe por las suaves praderas o las calmas playas. ¿Qué puede hacer un hombre solo? Caminar, por ejemplo. Así que eso hice, solo caminé, sin pensar demasiado adónde me dirigía. Recorrí diversas zonas, en algunas me sentí cómodo y a gusto, en otras, por el contrario, me sentí perdido y asustado.
    Recuerdo una pradera donde arbustos frutales se alineaban sobre el horizonte, un lugar cálido que guardo en un pedazo de mi corazón. Allí todos los días eran felices, no tenía preocupaciones, todo lo que necesitaba lo tenía al alcance de la mano. Me atrevería a decir que allí el sol brillaba con mayor fuerza que en ningún otro lugar.
    También recuerdo un pantano oscuro y tenebroso que estaba plagado de gigantescas arañas. Estuve mucho tiempo perdido dentro de aquel pantano, buscando la salida infructuosamente, y cuando al fin pude salir me prometí que jamás volvería a ese lugar, que evitaría cualquier zona aledaña a él a partir de ese momento. Sin embargo, reconozco con cierta vergüenza, que más de una vez volví a perderme en sus callejones de arañas y sauces llorones ¿Cómo evitarlo? Si en la mismísima entrada del pantano había una inscripción donde se indicaba que el mayor de los tesoros se encontraba en su centro. Si alguna vez llegan a ese pantano sepan que es imposible no perderse, y sospecho que la inscripción que mencioné, no es sino un engaño de los criadores de arañas.
    En una ocasión entré en un bosque gigante donde los árboles más grandes podían desplantarse y caminar. Sin embargo solo podían hacerlo por la noche, durante el día se mantenían en su lugar, imperturbables. Su madera era de la mejor calidad, según leí, en una inscripción que había a la entrada del bosque, cualquier objeto que fuera fabricado con ella sería indestructible y con el pasar del tiempo incluso podría cobrar vida, sin embargo su madera solo podía extraerse en una época del año y en pequeñas proporciones, durante el resto del año el tronco de aquellos árboles permanecía tan duro como un diamante por lo que resultaba imposible obtener madera de ellos. Esperé por mucho tiempo en aquel bosque, esperé el momento en que al fin pudiera hacerme con esa madera, pero ese momento nunca llegaba, algunos años de espera me hicieron perder la esperanza, y comprendí que aquella inscripción que había leído en la entrada del bosque era solo otra mentira.
    Luego de abandonar el bosque vagué por mucho tiempo. Pasé por una zona árida donde el suelo rocoso era lo único visible, no había comida ni agua en aquel lugar, en ese lugar no había nada, era la monotonía. Recuerdo haber pensado en ese momento, que aquel lugar no era tan malo, si bien era muy difícil encontrar alimento también era cierto que no había peligros, era árido y desabrido, pero seguro. Estuve mucho tiempo allí, y lo que finalmente me impulsó a marcharme fue la necesidad de abandonar mi soledad, había gente en el mundo, debía haber, y yo deseaba encontrar a esas personas.
    Mis piernas me condujeron a los pastizales. El lugar estaba poblado por grandes grupos de conejos que se pasaban sus días cantando bajo el sol del mediodía. Cantaban alegremente y también con vehemencia, pero nunca, nunca, lo hacía con tristeza o desazón. A mi me pareció que su alegría era solo una fachada y que sus grandes grupos de cantantes, no eran más que una gran farsa. Primero me enojé un poco con ellos, pero luego no pude evitar sentir simpatía, ellos no eran diferentes de mi. Les dije que me iba y ellos organizaron una gran fiesta para despedirme.
    Mi historia se acerca al final, debo decirles que si aún tienen esperanzas dejen de leer en este momento, porque más adelante espera solamente la muerte.
    Llegué a las playas totalmente agotado. Caminé durante mucho tiempo para llegar a las calmas playas donde las olas, según leí en una inscripción que estaba justo en la entrada, tienen la capacidad de curar cualquier herida. Me sumergí en ellas con mucho esfuerzo y me quedé allí durante unos momentos, dejando que el agua acariciara mi cuerpo. Al salir, me di cuenta de que nuevamente había sido engañado. Aquellas aguas no curaban las heridas, tan solo suprimían el dolor. Mi cuerpo seguía tan maltrecho como siempre. En la playa solo habitaban los peces. Estos, se lo pasaban volando por los cielos, realizaban complejas coreografías grupales, y se mantenían lo más alejado posible del océano. No pude evitar sentir simpatía por aquellas criaturas, que deseaban escapar del mar y volar por los cielos.
    La historia se acaba aquí, si usted aún tiene esperanza, le aconsejo que deje de leer aquí mismo, ya que después de esto solo se encuentra la muerte.
    Finalmente llegué a una enorme ciudad. Las luces, los gigantescos edificios y el rugir de bestias aterradoras inundaron mis sentidos. Busqué entre las horribles criaturas con la esperanza de encontrar al menos una persona. Sin embargo mis esfuerzos fueron infructuosos. En esa gigantesca ciudad que parecía estar llena de vida, no había una sola persona. Caminé arrastrando los pies hasta un parque, me senté en un banco, cerré los ojos, y me rendí.
     
    #1
  2. Luna caída

    Luna caída Poeta recién llegado

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    15 de Abril de 2014
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    Me gusta porque me resulta como vivido ya en un antes.
     
    #2
  3. Pierlewis

    Pierlewis Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    18 de Diciembre de 2012
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    Muchas gracias por pasar y leerme. No había pensado en eso, interesante punto de vista. Hay quien dice que la vida no es más que un círculo, al fin y al cabo. Un abrazo. :D
     
    #3

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