Camino hacia un campo de estrellas

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Caminar es meditar. Formar parte de una senda repleta de estímulos y contratiempos.
Caminar es reconfortante pues todos debemos sentirnos parte de esta andanza fraternal y solidaria.
El silencio será el testigo más cotidiano. El acompañante más fiel. El consejero de la intensa meditación que proponen tus pasos.

“La montaña esperará mientras busco flores silvestres por el valle. La montaña esperará mientras queden arboles que me cobijen en su sombra”.
Frases tan bellas (un haiku japonés) se esconden entre los rincones. Frases que dejaron escritas otros caminantes que traspasando el silencio se quieren hacer escuchar.

El tiempo no pasa, solo se desvanece en pos de una nueva dimensión. Es el tiempo de la naturaleza.
-“Buen camino te guie caminante. En cada encrucijada hallarás mi señal.”
El camino se vuelve conceptual. Cada huella forma ya parte de la memoria colectiva como metáfora del viaje invisible que hacemos en nuestro interior para que forme parte de nosotros. Para que nos acepte como peregrinos perennes tras la blanquecina estela nocturna que forma La Vía Láctea y que nos conduce hacia poniente hasta que la tierra forme parte del mar y detenga nuestra travesía. Allá en el Fin de la Tierra. En Finisterre.

Antes habremos cumplido una vez nuestro objetivo: Alcanzar el Campo de las Estrellas. Campus Stellae. Compostela.
El camino termina significando algo único y personal para cada peregrino. Algo que es imposible compartir por mucho empeño que pongamos en ello. El sendero recorrido nos coloca en su travesía fuera del mundo real. No podemos regresar al mismo instante ni entregarnos a él de nuevo. Simplemente se quedó en nosotros por siempre...

Allí llegué por gracia de peregrinos entrañables. Uno decía "Ultreia" ("Vamos más allá") el otro le respondía con "Et suseia" ("Y vamos más arriba").. O como es ahora habitual, simplemente: "Buen camino".

Los peregrinos en camino, seguían las indicaciones naturales para guiarse hasta Santiago de Compostela. En el día seguían " El camino de las ocas" y de noche "El camino de las estrellas"
El Camino de las Estrellas, esta marcado por la indicación de la Vía Láctea, desembocando en la constelación del "Can Mayor".
Era el Mapa escrito en el cielo que nos guiaba en la noche de manera infalible hacia el "Finis Terrae".

Estela luminaria en remolino
que marca mi sendero consiguiente,
al monte, la pradera o al afluente
mostrando su espinazo blanquecino.

De estrellas alfombradas el camino
me alienta a continuar hacia poniente,
en ruta me transformo en penitente
a fuerza de ejercer de peregrino.

Mis pasos se alimentan de bonanza
tallada por pisadas precedentes,
se mezclan con luceros en la andanza

honrando la memoria en los ausentes.
El cielo certifica tal alianza,
y marchan a Santiago persistentes.​

 

Magnífica tu entrada de dos por uno. Introducción en prosa y excelente soneto ad hoc.
Bienvenido al portal.
Saludos cordiales.

 

No sé si lo conocéis, pero el camino propone sentimientos varios, peculiarios, y por supuesto personales. A saber...

 

Me ha gustado caminar a tu lado hacia "el campo de las estrellas" el tiempo de tus letras poeta caminante. Enhorabuena por su obra doble (prosa y poema) . Muy grato leerte. Amarilys

 

Siempre están las estrellas a simplemente un vistazo. Y en el camino siempre nos podremos encontrar. A un paso vamos siempre por lejos que estemos, pues el camino es siempre conceptual.