Canción triste

Esta soledad maldita
ésta pena, ésta congoja
que cargo como equipaje,
éste sorprendente viaje
éste codiciado afán

Este dolor de sarmientos
arrancados de la tierra,
éstas heridas de guerra
que sangran mis pensamientos

Esta odiosa valentía
éste caminar incierto,
ésta continua agonía
que es causa de mis lamentos

Este castillo de naipes
que es la vida cada día,
éste duermevela eterno
que me eleva por los aires
y que aterriza en mis sueños

Este amor siempre sin dueño,
éste continuo sufrir
Esta canción, sus desvelos
que siempre están junto a mí

Pepesori
Safe Creative​

 

Esa canción triste atraviesa todos y cada uno e tus versos, con fuerza, se expulsan las palabras como queriéndose sacar todo ese dolor que se lleva en el alma. Un gran poema me ha gustado leerlo. Saludos Pepesori.

 

Versos melodiosos, versos tristes... versos que brotan desde el corazón, buscando a la
verdadera persona amada... porque ella, lo cambiará todo, hasta el color que envuelve la vida
del poeta trovador. Versomelodías... que no sólo gustan; sino que también nos hacen pensar.

Un placer haber recorrido sus letras, mi amigo.. lo saluda el Gitano.

 

Satisfacción para mi tu lectura y comentario
saludos virtuales amigo Poeta

 

La propia vida, los amores, los desamores, las victorias, los fracasos confortan el sentimiento de la poesía
algunos días con luz y otros mas oscuros...pero vida al fin y al cabo....vivir no tiene desperdicio
Gracias por tu lectura y comentario Poeta
saludos virtuales desde Madrid

 

Esa canción triste que se escribe con los sentimientos a flor de piel, me gusta la musicalidad de su escrito, placer leerle, saludos!

 

Efectivamente, estimado compañero, es una canción triste, ¡y hermosa!, en esa enumeración de las penas que parecen acompañar a los amores. Un privilegio la oportunidad de su lectura.
Afectuosamente, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Bellos y ciertamente melancólicos versos, la vida nos da una de cal y otra de arena y tan pronto estamos arriba como abajo del todo. Me ha gustado amigo pepesori. Un abrazo. Paco.

 

El corazón ha escuchado lo que la tristeza pide, grato leerte