1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Caperucita Roja (Django´s evil tales)

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Django, 12 de Septiembre de 2006. Respuestas: 0 | Visitas: 1277

  1. Django

    Django Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    2 de Septiembre de 2006
    Mensajes:
    11
    Me gusta recibidos:
    0
    Había una vez, en la edad de los bosques profundos, una joven que siempre vestía una caperuza escarlata, gracias a esto se gano el apodo de caperucita roja.
    Un día su madre, que era herbolaria decidió mudarse aun mas profundo en el bosque para poder obtener las plantas que necesitaba y que solo crecían ahí, pero no quería arriesgar a su hija a los grandes peligros del bosque y sus sombras, así que dejo a caperucita roja a cargo de su tío. Pero el tío de caperucita era un hombre duro y le puso un corset hecho de acero y le dijo que ella solo seria capas de visitar a su madre cuando ella fuese grande y suficientemente fuerte para que el corset se desprendiera de ella.

    Ella lo odiaba, odiaba a su tío y odiaba el corset, cada noche lo golpeaba con sus puños y manos el corset, lo arañaba y trataba de quitárselo por que ella quería ir a ver a su madre.

    Un buen día muchos meses después el corset por fin se rompió, así que su tío la dejo por fin irse. Le regreso su caperuza y demás ropas que traía y le dio instrucciones de cómo llegar, además de hacerle prometer de que no se saldría del camino, debería tomar la ruta del camino de la uña. Ella acepto y comenzó su viaje.

    Un cazador que conocía muy bien los peligros observo a caperucita adentrarse en las profundidades del bosque y decidió seguirle en su camino, sin ser visto, solo para asegurarse que nada lastimaría a la pobre chica.

    En una desviación justo donde el camino de la uña comenzaba un sujeto apareció frente a caperucita roja, no parecía normal, tenia cabello por todo el cuerpo y parecía mas un animal que una persona. El era astuto y pregunto a la chica:

    – ¿A donde te diriges en un día tan hermoso como este? –Dijo mientras señalaba el cielo oscuro iluminado por las estrellas y la luna llena.

    Caperucita estaba nerviosa pero era amable y respondió:

    – Voy en camino a la casa de mi madre, tomando el camino de la uña.

    El sujeto que conocía muy bien los bosques le sugirió a la chica el camino de la izquierda, era un atajo y llegaría mucho mas rápido si tomaba aquel camino en ves del camino de la uña. Caperucita tenía duda, pero aun así tomo el aviso de aquel sujeto y continúo, sin saber la pobre que le había mentido descaradamente. << ¿Quién conoce mejor los bosques, que ese tipo de gente?>> Se decía.

    Una vez que ella se adentro en el camino el sujeto se apresuro y tomo el camino de la uña, el camino mas rápido, para llegar a la casa de la madre de caperucita primero que ella. El cazador que se encontraba cerca en los arbustos y había escuchado todo, descifró el plan de aquel sujeto y decidió seguirle de cerca, pero esa gente es difícil de burlar y este sujeto en particular era muy listo.

    El sujeto se dio cuenta del cazador y dio vuelta para confrontarlo. Una feroz batalla comenzó entre aquel sujeto y el cazador, los dos eran muy fuertes y fieros, pero al final el sujeto fue mas rápido, arreglándoselas para escapar entre los árboles y dejar al cazador, quien quedo confundido en el camino y se perdió en el bosque.

    Entre tanto, el sujeto se las arreglo para llegar a la casa de la madre de caperucita, la mato en su propia casa manchándolo todo de sangre justo cuando caperucita se abría camino en el espeso bosque.

    El sujeto, pensando rápido limpio la casa de las manchas de sangre como pudo, y se disfrazo gracias a la ayuda de un camisón completo de la madre de caperucita, este le quedaba perfecto, ya que alcanzaba a cubrir su rostro. Justo terminaba de disfrazarse cuando en la puerta se escucho que alguien tocaba, tres veces tocaron, la puerta cedió, y abrió sola:

    – ¡Vamos entra! – Dijo una voz

    Y Caperucita entro a la casa, vio una figura de blanco sentada en la cama de su madre, se encontraba hambrienta por el largo camino a través del bosque así que pregunto a su madre si le daría algo de comer, la figura respondió:

    – En la mesa de la cocina hay alimento y bebida querida, come todo, yo cenare en un momento más. – La voz era muy diferente a la de su madre, pero caperucita no lo noto, o tal vez culpo al largo tiempo sin verla, lo que había hecho que olvidara su voz.

    Así que comenzó a comer. Pero justo cuando comenzaba a tragar el primer pedazo de carne, un ave que había visto todo desde la ventana se acerco a ella y le dijo:

    – ¡No lo comas! Es la carne de tu propia madre la que estas comiendo.

    Caperucita miro a la figura de blanco y dijo:

    – ¡Madre! ¡Aquí esta un ave que dice que estoy comiendo tu carne!

    La figura de blanco respondió:

    – ¡No le hagas caso a ese sucio animal, que te dice mentiras!

    Pero el ave ya se había ido volando. Caperucita entonces tomo la gran copa de vino y bebió hasta ver el fin, pero entonces un gato que también lo había visto todo se acerco a ella y dijo:

    – ¡No seas tonta! ¡Estas bebiendo la propia sangre de tu madre!

    Esto puso nerviosa a caperucita, y dijo, dirigiéndose a la figura de blanco:

    – ¡Madre! ¡Tu gato me dijo que estoy bebiendo tu sangre!

    La figura de blanco respondió:

    – ¡Ese es un gato viejo! ¡Es un bueno para nada!

    Pero ya el gato se había ido, buscando hogar en alguna casa vecina.

    Así caperucita roja termino de comer el resto de su cena sin ninguna distracción más. La comida y bebida hicieron que caperucita se sintiera con mucho sueño, la figura de blanco le sugirió que debería ir a dormir, así que caperucita se desvistió y se puso su ropa de dormir, fue entonces cuando noto que aquella figura de blanco no le quitaba los ojos de encima, comenzaba a notar detalles un poco extraños de su `madre´.

    – ¡Madre! ¡Que grandes y peludas tus orejas son! –Dijo caperucita.

    Y la figura de blanco respondió:

    – Sin ellas no podría escuchar los latidos de tu corazón, querida mía.

    – ¡Madre! ¡Que ojos tan grandes tienes! –Exclamo caperucita, con cierto nerviosismo en su voz.

    Y la figura de blanco respondió:

    – Es para verte claramente, aun en esta sombra querida mia.

    – ¡Madre! ¡Que grandes y puntiagudas uñas tienes!

    Y la figura de blanco respondió:

    – Son para poder tocarte delicadamente querida mía.

    – ¡Madre! ¡Que dientes tan grandes tienes! –apenas murmuro caperucita, el miedo la invadía.

    La sombra se levanto, se trataba de aquel sujeto, del sujeto que le había aconsejado el atajo del bosque, el sujeto con pelo en el cuerpo y comportamiento animal. Sus uñas desgarraron el pecho de caperucita, la sangre brotaba por todas partes, mordió los brazos y piernas de caperucita, todo el cuarto estaba cubierto de ella, sus partes por doquier. En eso, el cazador entro y vio aquel cruel festín que el sujeto se estaba dando, y con lagrimas en los ojos lo enfrento y juro matarlo.

    El final de la historia ya lo saben…

    El tipo de gente como aquel sujeto es realmente fuerte, y más en una noche de luna llena. Los hombres lobo existen, y no hay que meterse en su camino, es casi imposible salir vivo a su ira y hambre…



    /*Django*\
    :::lengua1:::
     
    #1

Comparte esta página