Capitulo 2 de la maldición de los Reyes Magos.

CAPITULO 2: LA LEY DE LOS HORÓSCOPOS ECLESIÁSTICOS.​

Entre cadáveres esquizofrénicos, pues sus huesos pertenecían al cerebro, se encontraban gente que daba las leyes de los Horóscopos Eclesiásticos, los cuales eran la medicina, para curar enfermedades, que derivaban en la agresividad animal. En esas curas, las leyes venían de los Horóscopos, pero no eran los Horóscopos que todo el mundo conoce, sino Horóscopos líquidos, y venían de las iglesias, ya que era una medicina hecha por curas, que accionaban las palancas, para producir el fármaco y destruir la contaminación endemoniada, pues Lucifer y su familia se apoderaba de cuerpos, los machacaba a golpes, los mordía, los crucificaba al revés, los martirizaba, les ponía cadenas, y les daba con un látigo, que llevaba rociado gasolina, y le prendía fuego y salían descargas eléctricas, además de ahuyentar a las buenas artes. Por eso esos curas se llamaban Lodewes, unos curas solo para curar exorcismos, los antiguos curanderos de exorcismos, ya no eran curanderos, pues sus cuerpos eran derretidos, porque sus fármacos no les harían poder abrir sus labios, para echar su último escupitajo para quemar las heridas del diablo. Momentos de guerra, gemidos, soplos de inocencia, que no podían parar de alterar las órdenes de las bestias, y terremotos de chispas de fuego, con olor a muerto, y desgarrados de silbidos y humo intenso. Columpios de cabezas saliendo con sangre, de fuertes vientos, con enigmas en sus ojos en blanco y negro. Felicidad no existía en esos momentos, las palabras eran bandidas, no cruzaban los charcos de ver sus orillas limpias y sin gotas de sangre. Pero los Reyes Magos, apoyados por la esencial aroma de cuerpos mágicos, pudieron ver el trono de los lamentos, de los sueños por cumplir, de esas flores que rebosaban en los altares, y en donde un niño hermoso, estaba llorando, a la vez que al otro lado se oían luchas de espadas, y música medieval, parecía ser que habían viajado a una época pasada, a unos años, en donde solo las miradas antiguas, ponían las maldiciones, como guías de oscuridad, sin saber, que los vuelos a veces caían entre charcos de palabras, de destinos helados y exorcizados, con rayos de gotas sin deseo, de arcos y flechas, llevados a donde el agua no era ni una gota, pues caducada estaba su marcha, de todas las huellas, que se apropiaron de las transparentes, y en donde un regalo según el diablo, era una oportunidad, de seguir las orillas de un río, que nacía entre los cadáveres, sembrados por el terror, además estaban con sabanas mojadas, y tapados, entre moscas sedientas de beber gotas de sus cuerpos, tanto de sudor como de sangre, tejiendo sus telarañas, pues estas moscas, eran también mitad arañas, se llamaban Arásssssssss, y eran fuertes y su filosofía consistía en destrozar cuerpos, chuparles el cerebro y oxigenar sus pulmones para lanzarlos por las bocas de sus victimas. Los Reyes Magos se enfrentarían contra la maldición de Satanás, pues ambas se habían mezclado, tanto la de los reyes, como la del diablo, mezclándose tanto, que el siglo 21 era un siglo medieval, y además estaba lleno de criaturas repugnantes, sangrientas, olorosas, sin colores bellos, todos eran del color de la sangre violada a través del alma, y ahora solo había una solución que era usar los Horóscopos Eclesiásticos para conducir el bien, por el túnel de la paz, que todo mortal tendría derecho a tener, antes de morir sin ver su sombra saludarle, por apagarse la visión de una esperanza, de poder decir que amaba una vida sin golpes de crueldad, para así desplomar sus alas en el jardín terrenal, y dejar que las batallas se fueran, por done el aire sucio, se esfumaba, y no volviera a molestar, para así, crear a los sueños espías, de los cuales morían las maldades, en donde solo la alegría era síntoma de milagro, realizado hacia donde las voces santas, tapaban las sabanas y capas oscuras de la maldad.