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Capitulo 4 de la 8 historia de Periódimen.

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por sergio Bermúdez, 7 de Septiembre de 2010. Respuestas: 0 | Visitas: 735

  1. sergio Bermúdez

    sergio Bermúdez Poeta que considera el portal su segunda casa

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    CAPITULO 4: LA RABIETA DE MANGLATÓN.



    Los dolores de Aldrerner, el cura Sumatraliano, que hacia de cada circuito una estrella lapidada entre los dolores y la sabía de los huérfanos cuadros, que harían llevar a la misma vela, ha las llamas, que encontraban a los mundos sin aire, sin gotas que levantaran la luz de una risa, más allá de los lugares de los sitios oscuros, y en donde los pisos de los castillos eran tablas giratorias, y las manos se cortaban entre las anchuras, más allá de las palabras, se erguían entre sonidos, y palpados que hacían ceñirse al guión a la pirámide de los Ufalotias, y así encontrando el humo de los aires, para llegar a lo oculto, hasta el más temible gemido de los truenos bajo tierra, y así hallando las tinieblas en la misma leyenda, que estaba escrita bajo la lluvia de los volcanes, de la antigua cámara hasta ver su más irritada locura, más allá de los vientos secos, y de los calabozos, hasta derramarse el liquido de los vasos sanguíneos de los esclavos encontrando los huecos de su entierro, y los fondos de los pozos donde eran enterrados, no había más que esperar hasta el final de un siglo para empezar otro, y llamar al anticuado monje de las paredes de piedra ardiente, hasta verse originado todo de la ráfaga de iluminación de llamadas rodeadas en fuego, los espíritus conversaban en la cima, y así hasta emprender el camino de Manglatón, el único que podía hallar la cura definitiva, y el cuidador de la princesa, y así hasta encontrar el puente de los recuerdos, llamando a los hombros de la serpiente lunar, y en ella se encontraba la lengua de la luna, y allí habitaba el trono de la princesa Sumatraliana, el ojo derecho del espacio, y el espejo de las galaxias, que querían ser como ella, hasta que apareció Omicaldus con su ejercito de Anyeliscos, y alzando las espadas por encima de la cintura, los soldados de la muerte, estaba penetrados por cuerdas esqueléticas, y así hasta devorar sus rayos, y verse entre una estatua legendaria, que era cupido, la estatua del niño del amor, a la vez que le tiraron un Bansayer, un rayo pirotécnico que se estrellaba en los aires y agarraba a las estrellas y de ahí salían anillos diabólicos que se colaban entre las zonas y empezaron a salir los Babinomios, unos vampiros mezclados con sangre, y ardiendo entre sus manos y cayendo entre los puentes, hasta verse cruzados con parientes de los murciélagos, que eran de sangre caliente y desterrando los sanguinarios mundos de ciudad Dragón, la biblioteca Sumatraliana, en donde se hallaba el mensaje que podría salvar a los puentes de Manglatón, y así inspirar la belleza de la princesa en la muerte de su propio padre, pues este estaba sacrificando su significado para invocar a Golfeus, el demonio cómico y travieso, así hasta nadar en las nubes de las llamadas, hasta que Omicaldus ataco a Manglatón y este saco su espada y la presiono hasta desbaratar al aire, y se convirtió en dragón, a la misma vez que los Anyeliscos atacaron con sus espadas y Periódimen consiguió llegar a la sala donde se encontraba Omicaldus y así pudo luchar contra los Anyeliscos.

    Omicaldus: Atacad a Periódimen, yo me ocupare de Manglatón.

    Anyelisco 001: Si, iremos a por el amo.

    La guerra se formó, y las orillas de las calaveras fueron hacia el, la lava se cristalizo entre la rabieta de la sangre subterránea y se apagó el cielo, y se hizo un combustible que ardió entre los apagados suelos de la ley, hasta que los truenos retumbaron , cayeron cristales hacia el suelo, quedaron desorganizados los techos, y se impulsó un horrible sonido que retumbo en el suelo y dañó a los oídos de los Anyeliscos y estos cayeron al suelo descuartizados con puñales clavados en sus pulmones, y así hasta encontrar el terror entre las grietas, y ver los horizontes quemados, las huellas disecadas, las puertas subterráneas carcomidas, la sangre brotando por cada orilla, y sumergiéndose hasta enloquecer a cada pared, y deshacer cada puente, y cortarlo en trozos, hundirlo en la miseria, y salir cuchillos enfilados como flechas recortando cada pared, consumiendo a las velas, hasta derretir la corteza terrestre a la vez que caían meteoritos y el espacio se venia abajo, y cada mundo se descosía, Manglatón estaba furioso y Omicaldus cayo al suelo pues se estaba cayendo el universo a un agujero negro, y después de todo se pudo ver a la orilla de la burbuja de los fanáticos de los pasa tiempos universales, antiguas civilizaciones que desnudaban las esferas, hasta mandar en el tiempo, y caer por las puertas de los túneles negros hasta que se llevo acabo la ráfaga de aire violento que construyo el puente de los infiernos, y salieron mosaicos de fotos cuadriculadas y llenas de pinturas que colonizarían la nueva era Sumatraliana, la era de las torturas desperezadas en sonidos de venas sin sangre, pasando al corazón de los mal olientes Anyeliscos descuartizados en varios disparos que se originaban entre la mente de cada trueno hasta el infinito de las brasas de los murciélagos y así encender el ultimo suspiro hasta la muerte.
     
    #1
    Última modificación: 7 de Septiembre de 2010

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