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Capitulo 4 de la cuarta historia de Periodímen.

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por sergio Bermúdez, 22 de Noviembre de 2009. Respuestas: 0 | Visitas: 906

  1. sergio Bermúdez

    sergio Bermúdez Poeta que considera el portal su segunda casa

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    CAPITULO 4: LA NORIA DE SANGRE.



    Omicaldus y su ejercito sabían que la noria de sangre, iba a ser muy eficaz, para hacer las matanzas, y ordenar al horror, cortar la vida, que se iba construyendo, para después ser atentada contra la misma humanidad, que se desesperaba, y ardía en cenizas. Pero antes, la sangre quedaba helada, y esta se descomponía mediante un aire muy frío, que iba acoplándose, en función de las horas, que marcaban los delitos efectuados por Omicaldus. La rabia, la ansiedad de los inocentes, por no poder sobrevivir a esas catástrofes, terminaban haciendo daño a cada persona, que no podía ni si quiera, dejar sus huellas, para avisar del lugar del crimen. El crimen destrozaba a las familias, que iban buscando a sus familiares, pero resulto, de que el imperio malvado, se acogía a las leyes oscuras, para hacer más daño. Pero en ese momento apareció Periodímen, y cogió una cuerda que llevaba en su cuerpo, y la lanzo contra un Mardílago que estaba comiéndose una manzana. Cuando Periodímen lanzo la cuerda al Mardílago, a este se le cayo la manzana, pero de pronto a la manzana le empezaron a salir Gusernos, unos gusanos magnéticos, que estaban preparados, por si había alguna sorpresa inesperada en contra de Omicaldus. Los Gusernos empezaron a sacar de sus patas cerillas, y estas mediante el magnetismo empezaron a explotar, a la vez que los Minogatmios empezaron a venir en estampida, y Omicaldus apareció, pues las alarmas de las tumbas de los muertos inocentes, empezaron a sonar, a la vez que por cada alarma que sonaba, una tumba iba explotando. Periodímen alzo su vuelo, y conecto al viento, mediante una sustancia que le hizo dominar a la madre naturaleza, y esta se lleno de electricidad, y los suelos empezaron a explotar, a la vez que una lluvia de cuchillos empezaron a caer del cielo, y estos iban matando a los Minogatmios, pero Omicaldus se arranco su brazo, y lo tiro al aire, para coger todos los cuchillo, y después cuando tenia unos cuantos, ese brazo bajaba a toda velocidad para darle a Periodímen, pero este esquivaba esos grandes golpes, además de coger ese brazo y lanzarlo contra Omicaldus, pero este cogió a un Mardilago, y le dio a este, y Omicaldus se salvo.

    Periodímen: Te venceré Omicaldus, no escaparas de mí.

    Omicaldus: Ahora pondré en funcionamiento a la noria de sangre, y serás carne hecha picadillo.

    Después de esto, Omicaldus pulso un botón de su camiseta, y la noria de sangre empezó a moverse, a la vez qué a la noria le salieron patas, y podía andar, destrozando edificios con sus aspas, y por cada persona que mataba, la sangre se metía entre unos tubos, e iba siendo convertida en bebida para el imperio de Omicaldus. Periodímen empezó a luchar contra la noria asesina, pero esta saco miles de espadas de sus aspas, y después estas empezaron a moverse dándole a Periodímen, pero este salto, y saco una Esrey Mansius, una espada mitad alienígena, mitad lava, y se la clavo a la Noria, pero esta se desboco y empezó a arrasar más rápida todavía, y a tirarle cubos de sangre a Periodímen, y este se manchaba de sangre, a la vez que se tiraba por el suelo, porque se resbalaba por toda esa sangre que iba quedando en grandes charcos. De pronto apareció Yamágado, el príncipe del amor oscuro, y saco su espada de cenizas, y se la clavo a Periodímen, y este empezó a gritar, a la vez que la noria de sangre iba ya muy lejos, matando a gente. Omicaldus animo al príncipe del amor oscuro, a seguir dándole espadazos a Periodímen. Pero de pronto una nube de tormentas cayó al suelo y exploto en truenos, haciendo una masacre de sangre y de fuego, ya que todo empezó a arder. Mientras tanto, la noria de sangre llevaba unos grandes pasos, y como estaba trastornada por culpa de lo que le había hecho Periodímen, esta empezó a tirar calderos de sangre a la gente, y esta salía corriendo, intentando escapar de la pesadilla. Periodímen estaba inconsciente, y Omicaldus lo rapto y lo mando a encerrar. Y Yamágado empezó a disparar a toda la gente que veía, además de montarse en un Minogatmio, para alcanzar a la noria de sangre.
     
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    Última modificación: 22 de Noviembre de 2009

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