Capitulo 6 de la 9 historia de Periódimen.

CAPITULO 6: UN ESTRANGULADOR LLAMADO CARACULIADOR.​

Entre las toneladas de sangre, en los momentos en el que se evaporaban las lágrimas y se descosía el sudor de los momentos en el que el secuestro del tiempo, era la llamada de un mundo en destrucción, era así como de los rincones, de los mundos de Yarkerl, el hipnotizador de los mundos de Yeok el Sinautra, un buda atormentado por sus creencias que descosían los lugares de los paisajes entre los que la llamada de los defenestrados seres, que caían en las ramas de sangre, era ahí en donde los poderes de los mundos en los que habitaban los suda sangres, pues eran seres que se cogian unos con otros para transformarse en un mundo, en el que habitaba cada fin, el final de la muerte, el final de un ciclo, era el espanto de truenos, el colapso de los monumentos de Oyer, el silenciador de los Telemaniacos. Los Telemaniacos eran demonios con cuernos en los ojos, con boca mezclada con la sangre de animales calientes, los poderes eran la sombra de Mouton el duende robótico, capaz de matar a las victimas de un solo golpe, capaz de aniquilar con fuego los paraísos de la princesa Sumatraliana, era como ver a los agujeros de los países, en mitad de la batalla, era el ver que de los lugares de Cart, un país tenebroso, en un reino en donde el glamour diabólico situaba a los castillos de un tal estrangulador llamado Caraculiador, de ahí salían Sérbenes, que era serpientes de 20 metros de altura, capaces de matar a un humano tan solo con inyectarle sangre eléctrica de sus dientes, eran así como se descosían los aparatos de Ander el socibélico, que era mitad sociable, mitad guerrero. De los túneles, de las caravanas de Ander, salían epilépticas cremas cocidas en los ácidos cibernéticos, era como el saber explorar cada rincón para llevar acabo el paso hacia el descontrol, un mundo en llamas en acido con aliento, llevado a las palabras de Carf Neuter, el comandante de las tribus de Solitraunke. Pero el Caraculiador el rey de los estranguladores, se dispondría a atacar a los seres de sus respectivas tierras, apodadas Críminilgan, conquistadas por criminales, pero ahí apareció sin que nadie se lo esperara Periódimen, que bajo su manto de información, saco su espada, la deposito en los túneles del tiempo, y ahí aparecieron Anyeliscos viscosos, quitándose sus propias alas y matando con ellas a los demás. Era así como en el imperio de los Submaniacos, que eran demonios acuáticos, mataban a los Yarlei, unos sirenos del mar, para coger su corazón y ultra destrozarlo, pasa sacar la sabia de sus cuerpos, pues en realidad esos sirenos tenían el organismo vegetal, eran sirenos pero por fueran eran humanos y por dentro eran plantas, y así era como se apoyaba la violencia en ellos, eran como exportar las crueldades hacia el temblor, pero Periódimen salio de su escondite, pues le estaban persiguiendo los Anyeliscos, a la misma vez que el caballo Zorfailer salía desbocado, con Omicaldus sentado y así era como de las cuevas, y más cuevas, salían murciélagos con pistolas, y esos murciélagos cargaban sus balas con la boca, y disparaban con sus alas dándole a la metralleta. Pero de pronto apareció una persona normal y corriente en mitad de la calle, estaba a oscuras, pero antes de que se diera cuenta apareció Caraculiador, y la estranguló llevando su cabeza a su cementerio de victimas. Caraculaidor además de ser un estrangulador, era un vampiro desquiciado, un ametrallador de sangre, era así como se conocería, pero de pronto apareció Periódimen, y luchó contra el, pero Caraculiador llamo a su ejercito de murciélagos con pistolas, y estos salieron detrás de el como si fuera un panel de abejas, hasta que de pronto salio una bestia llama Fáxicul y empezó a temblar el suelo hasta crear un mundo Híper magnético y sin fase de caducación.