Cárcel de esoterismo

¿Para quién será esta cama vacía
que se me presenta como un féretro?
Mis caprichos son gotas de sangre
desvaneciéndose en altares de impureza.

Obsesiones mortíferas consumándose
en un caldero de pócimas y santería.
Bruja infamada, abandonada por
el arcano número trece.

Las velas se apagan, pero mi alma
sigue volando sobre el hedor que
desprenden las cortinas roídas
por los labios de los susurros.

Con mi frente en los barrotes,
exijo una condena acorde a mis
pecados.

En la cárcel del esoterismo
me crucifiqué y me postré ante
los dioses celtas del cosmos.

Pero sigo preguntando,
de quién es este féretro vacío,
ya que mis huesos son cenizas
y mi cuerpo nunca encontró
una tumba en la que emprender
el viaje al que me consagré
huyendo de los dogmas sacros.

No hay respuesta a mis enigmas,
ni manos que me ayuden a transportar
el peso de mis lágrimas

 

Cautivadoras imágenes que se plasman con intensidad amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

El placer es mío por leer tu amable comentario.
Un saludo.