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CARLOS PELLICER - Mexico

Tema en 'Poetas famosos, recomendaciones de poemarios' comenzado por VAGABUNDO, 12 de Marzo de 2005. Respuestas: 4 | Visitas: 7964

  1. VAGABUNDO

    VAGABUNDO Administrador y Propietario del Portal Miembro del Equipo ADMINISTRADORA

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    Hombre
    CARLOS PELLICER
    (1899 -1977)

    Nació en Villahermosa, Tabasco, el 4 de noviembre.
    Primeros estudios en la ciudad de México, Al terminar
    la preparatoria continuó sus estudios en Bogotá, a
    donde fue como agregado universitario del gobierno
    de Carranza. Recorrió Sudamérica en la misión de
    Vasconcelos al Brasil. Viajó por Europa y Asia
    en viaje de estudio. Profesor de Literatura e
    Historia. Director del Departamento de Bellas
    Artes durante 4 años. Cultivó la Arqueología.
    como museólogo tuvo en su haber siete museos.
    Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua
    desde 1953. En 1964 fue nombrado presidente del
    Consejo Latinoamericano de escritores en Roma.
    colores en el mar y otros poemas (1921), Piedra
    de sacrificios (1924), Camino (1929), Hora de
    junio (1937), Ara virginum (1940), Recinto y
    otras imágenes (1941), Exágonos (1941),
    Subordinaciones (1948), Sonetos (1950),
    Práctica de vuelo (1956), Con palabras y fuego
    (1963) son algunos de sus libros poéticos.
    -------------------------------------------------------------------------------------
    Algunos de sus poemas:

    SEMBRADOR

    El sembrador sembró la aurora;
    su brazo abarcaba el mar.
    En su mirada las montañas
    podían entrar.

    La tierra pautada de surcos
    oía los granos caer.
    De aquel ritmo sencillo y profundo
    melódicamente los árboles pusieron su danza a mecer.

    Sembrador silencioso:
    el sol ha crecido por tus mágicas manos.
    El campo ha escogido otro tono
    y el cielo ha volado más alto.

    Sembraba la tierra.
    Su paso era bello: ni corto ni largo.
    En sus ojos cabían los montes
    y todo el paisaje en sus brazos.



    RECINTO

    I

    Vida,
    ten piedad de nuestra inmensa dicha.
    De este amor cuya órbita concilia
    la estatuaria fugaz de día y noche.
    Este amor cuyos juegos son desnudo
    espejo reflector de aguas intactas.

    Oh, persona sedienta que del brote
    de una mirada suspendiste
    el aire del poema,
    la música riachuelo que te ciñe
    del fino torso a los serenos ojos
    para robarse el fuego de tu cuerpo
    y entibiar las rodillas del remanso.

    Vida, ten piedad del amor en cuyo orden
    somos los capiteles coronados.
    Este amor que ascendimos y doblamos
    para ocultar lo oculto que ocultamos.
    Tenso viso de seda
    del horizonte labio de la ausencia,
    brilla.

    Salgo a mirar el valle y en un monte
    pongo los ojos donde tú a esas horas
    pasas junto a recuerdos y rocío
    entre el mudo clamor de egregias rosas
    y los activos brazos del estío.

    II

    Ya nada tengo yo que sea mío:
    mi voz y mi silencio son ya tuyos
    y los dones sutiles y la gloria
    de la resurrección de la ceniza
    por las derrotas de otros días.

    La nube que me das en el agua de tu mano
    es la sed que he deseado en todo estío,
    la abrasadora desnudez de junio,
    el sueño que dejaba pensativas
    mis manos en la frente
    del horizonte . . .

    Gracias por los cielos
    de indiferencia y tierras de amargura
    que tanto y mucho fueron. Gracias por
    las desesperaciones, soledades.

    Ahora me gobiernas por las manos
    que saben oprimir las claras mías.
    Por la voz que me nombra con el nombre
    sin nombre . . . Por las ávidas miradas
    que el inefable modo sólo tienen.

    A1 fin tengo tu voz por el acento
    de saber responder a quien me llama
    y me dice tu nombre
    mientras en los pinares se oye el viento
    y el sol quiere ser negro entre las ramas.
     
    #1
  2. 10deMayo

    10deMayo Poeta recién llegado

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    QUE SE CIERRE ESA PUERTA



    Que se cierre esa puerta
    que no me deja estar a solas con tus besos.
    Que se cierre esa puerta
    por donde campos, sol y rosas quieren vernos.
    Esa puerta por donde
    la cal azul de los pilares entra
    a mirar como niños maliciosos
    la timidez de nuestras dos caricias
    que no se dan porque la puerta, abierta...

    Por razones serenas
    pasamos largo tiempo a puerta abierta.
    Y arriesgado es besarse
    y oprimirse las manos, ni siquiera
    mirarse demasiado, ni siquiera
    callar en buena lid...

    Pero en la noche
    la puerta se echa encima de sí misma
    y se cierra tan ciega y claramente
    que nos sentimos ya, tú y yo, en campo abierto,
    escogiendo caricias como joyas
    ocultas en las noches con jardines
    puestos en las rodillas de los montes,
    pero solos tú y yo.
    La mórbida penumbra
    enlaza nuestros cuerpos y saquea
    mi inédita ternura,
    la fuerza de mis brazos que te agobian
    tan dulcemente, el gran beso insaciable
    que se bebe a sí mismo
    y en su espacio redime
    lo pequeño de ilímites distancias...

    Dichosa puerta que nos acompañas
    cerrada, en nuestra dicha. Tu obstrucción
    es la liberación de estas dos cárceles;
    la escapatoria de las dos pisadas
    idénticas que saltan a la nube
    de la que se regresa en la mañana.




    ---Carlos Pellicer---
     
    #2
  3. Máximo Santos Dupond

    Máximo Santos Dupond Poeta veterano en el portal.

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    HORAS DE JUNIO

    Amor así, tan cerca de la vida,
    amor así, tan cerca de la muerte.
    Junto a la estrella de la buena suerte
    la luna nueva anúnciate la herida.

    En un cielo de junio la escondida
    noche te hace temblar pálido y fuerte;
    el abismo creció por conocerte
    robando al riesgo su sorpresa henchida.

    Hiéreme así, dejándome en la herida
    la sangre que no cuaja ni la muerte
    —la llaga con la sangre de la vida—.

    Ya estás herido por mi propia suerte
    y somos la catástrofe emprendida
    con todo nuestro ser desnudo y fuerte.


    Éramos la materia de los cielos
    que en círculos inútiles perece
    sin dar el fuego cósmico que crece
    sino apenas el ritmo de sus vuelos.

    Energía de idénticos anhelos
    que aleja y avecina y que los mece,
    juntó en choque de fuerzas luz que acrece
    la sombra en tierra de sus hondos cielos.

    Y buscándome en ambos nuestra suerte
    fluyó hacia tu esbeltez la fuerza fuerte
    que al fin su espacio halló propio y profundo.

    Salgo de ti y estoy en tu tristeza,
    sales de mí y estás en tu belleza.
    Las estrellas nos ven: ya hay otro mundo.


    Eso que no se dice ni se canta
    es sólo un nombre ¿acaso es un suspiro?
    En la sangre celeste de un zafiro
    tiene lugar, y tiempo, y voz levanta.

    ¿En qué número numen, qué garganta,
    qué secreto feliz, a cuál retiro
    donde sólo el suspiro de un suspiro
    pase, te he de esconder, ventura tanta?

    Si estas manos vacías ya están llenas
    al pensar en tu ser —lecho de arenas
    con que las aguas doran su camino—,

    donde ponerlas, manos asombradas
    de mostrarse desnudas al destino
    y levantar al cielo llamaradas.
     
    #3
  4. Máximo Santos Dupond

    Máximo Santos Dupond Poeta veterano en el portal.

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    RETÓRICA DEL PAISAJE

    En el tiempo compacto
    de los dos mil trescientos metros de la altura,
    los paisajes están en un solo acto.
    El aire es siempre exacto
    en su tiempo tonal; sabe escultura
    porque un pintor en tan vastos andamios
    puede fraguar los delirantes cadmios
    y acompasar geométricas figuras.

    (Los claros adjetivos
    ecuestres en caballos sustantivos...)

    Porque la realidad es cosa mía,
    es decir, lo que usted nunca verá,
    en un plato le da Santa Lucía
    los ojos convenientes. (Cortesía
    de la Iglesia Romana que usted devolverá).
    Veamos:
    la flora es intocable; en cutis verde
    la aguja del tatuaje, defensiva
    punza el tacto a distancia.
    Chillan flores carnales
    sobre el nopal que sesga sus etapas
    rimadas en elipse. Si hundo los pedales
    surge en esbelto prisma el cactus órgano,
    cuyo bisel alfiletero agarra
    pequeñas nubes de heno.
    El cactus cuya fálica erección
    límite varonil marca al terreno.
    El maguey en hileras militares
    alerta el armamento y en su espera
    endulza al agua de su sed de guerra
    y emborracha al ladrón de sus panales.
    Cuando se rinde al tiempo alza una lanza
    de heroica flor.

    Con su sombra metálica
    endosela el mezquite siestas largas.
    Un toro y una nube y el arbusto.
    (Se hace el ojo al espacio, juega y carga).

    Así es el verde quieto, la esperanza
    de escultórico juego en el paisaje.
    En los cambios de cielo hay un celaje
    inmóvil, que se borra en su constancia.

    Sólo el árbol pirú, primo del sauce,
    su copa vuelca en el mantel del llano,
    y en ramos de coral tiende la mano
    junto a los lavaderos de algún cauce.

    El verde cae en la trampa de los grises.
    Cien pueblos apedrearon este valle
    y por eso las casas y la calle
    son de una sola pieza.
    Se reduce el lenguaje y la tristeza
    es sobria como sombra de detalle.
    El amarillo seco se encamina,
    ya entre la milpa vieja que el viento papelea,
    o en la resbaladiza llaga de la mina
    de arena.

    Si echo la cara atrás de lo que digo,
    la cordillera sube hasta las nieves
    perpetuas.
    Detrás de ellas el sol desnuda el cielo
    y cuando le abandona sus soberbios harapos,
    las dos enormes cumbres echan su historia al fuego.

    Y hay águilas que cambian huracanes
    por resonantes víboras,
    aunque hayan de cogerlas en nopales.

    La prodigiosa juventud del aire
    convida a estar desnudo.
    Y en un modesto orgullo de silencio
    ganarse loterías de momentos
    para costear los oros del escudo.

    La escenografía de las quietudes.
    Ya no importa el color, sino lo claro.
    Sola sabiduría de los grises
    que está bien en la huerta y en el teatro.
    ¿Para qué el adjetivo si las cosas
    todas, claras, se ven por cuatro lados?

    ¡Los nombres de las cosas!
    De este valle,
    es toda la retórica.
     
    #4
  5. florecita

    florecita Poeta recién llegado

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    11 de Febrero de 2006
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    disculpen llevo mucho tiempo buscando la letra completa de romance de tilantongo de pellicer si alguien lo tuviera lo agradeceria en el alma
     
    #5

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