CaRtA a La LuNa

Querida Luna… No quería dejar de escribirte. Tú que desde arriba y con la cara Llena, has visto mis amaneceres dulces y mis noches amargas y, sin embargo, has estado ahí guardando secreto; custodiando mi corazón y el de ella. Qué bonita estás.

Sabes que hace días que ando vomitando corazones; no sé si te habrás fijado, pero mientras más vomito más sed tengo. Hacía tiempo que no recordaba mi corazón con tanta mezcla de sentimientos agridulces y con tanta variedad de sabores, como si del plato más elaborado de la historia se tratase.

Querida Luna… quiero que le digas algo a ella. Dile que ha desatado un invierno, el más bonito nunca visto. Que el frío se aleja de mí cada vez que la siento cerca. Que cada mañana espero unas palabras de ella.

Querida Luna… Las estrellas lo ven todo, lo sé. Están ansiosas por saber y conocer. Como lo está cada trocito de mí, de mi ser, de mi esencia. Supongo que tú que las observas, ves cómo brillan con agonía cada vez que me acerco a su boca. Cada vez que suspiro por ella y se escucha el eco de la última vez que la besé volviendo a mí en forma de un recuerdo grato.

Querida Luna…. Dile que el azul se vuelve intenso cuando me besa; que no he visto boca más bonita ni sonrisa que baile tanto dentro de mí.

Querida Luna… Dile que en un plato tan elaborado no todos los ingredientes nos agradan, sin embargo todos ellos nos hacen conocer y apreciar la variedad de sabores que existen, que tiene el amor.

Querida Luna… a veces duda de todo lo que es. Dice que la miro con buenos ojos. Y yo sé que si me arranco los ojos la veo con la misma magia que siempre.

Querida Luna…. Dile algo tan simple como es un te quiero, díselo por favor. Dile que la quiero y que la quiero junto a mí.

Querida Luna…es curiosa y preguntona y me hace reír. Me recuerda a mí cuando intento dar respuesta a preguntas que no la tienen.

Querida Luna… Troya aún no ha ardido. Pero cada vez falta menos, porque cada vez tengo más frío por las mañanas, y eso, lo único que me lo puede calmar, es su fuego.

Querida Luna… dile que haremos historia. Nuestra propia historia.

Querida Luna…. dile que como dijo Vargas Llosa a su mujer al recoger su premio Nobel, hasta cuando cree que me riñe me hace la más feliz de las personas.

Querida Luna… No quiero olvidarme decirte que las personas importantes siempre se quedan dentro de nosotros y que nos acompañan en este camino llamado vida. Sus fotos, sus palabras y su sonrisa cuando me habla de su gente.

Querida Luna… Te habrás dando cuenta de cómo me brillan los ojos cuando estoy con ella, cuando hablo de ella, cuando me acuerdo de ella. No sé si ella lo sabe. Díselo porfa.

Querida Luna… Poco le digo lo que la quiero como poco me parece el tiempo que llevamos, quizás por eso a veces me lo cayo, pero tú, mi Luna, sabes que lo digo en mi corazón a cada rato que pasa. Dile que estoy segura de lo que hago y digo, pero que a veces todo esto me da miedo.

Querida Luna…Acaba de darme las buenas noches y ya ansío sus buenos días.

Querida Luna… Dile que no se bien lo que es el amor, pero que si es esto, bienvenido sea. Que me da igual quien lo entiende y quien no. Que no voy a ir en contra de mis sentimientos por dar la razón a gente que lo único que tiene es palabrería muerta.

Que me dan ganas de gritar a los cuatro puntos cardinales que la quiero, y minutos después recuerdo que el amor tiene por apellido confianza y cautela, que no por correr más voy a llegar más lejos, sino que será el trascurso de los días lo que me haga llegar al fondo de este caos de sentimientos.

Querida Luna… no pretendo compararme con ella, ni ella conmigo. Las comparaciones son odiosas. Es como si te compararan a ti con el Sol. Qué tontería, ¿Verdad? Yo lo que quiero es aprender de ti y del Sol; ambos perfectamente compenetrados, cada uno con su camino pero en un mismo cielo.

Querida Luna… me despido ya.

Mi Luna… esto no es fácil. Supongo que tú lo sabes mejor que nadie. Me has visto escribir y hasta has tenido tiempo de menguar. Menguar no es malo, es una fase más de tu ciclo. Dicen que las mariposas tienen mayor actividad cuando menguas, seguro que hablan de las mariposas de mi estómago que están revueltas en este momento.

Solo una cosa… haz de Celestina, y mándale un beso mío la próxima vez que te mire.

Gracias, Luna

 

Un soliloquio de melancolía y esperanza. Letras llenas de mucho sentimiento no correspondido, tan solo sintiendo en el rostro el baño de plata nocturno. Un placer leerte. Saludos.