Carta a la Mujer amada.

Te escribo mujer muy de madrugada,

antes que el sol sorprenda tu alcoba,

cuando la sombra el sueño me roba,

y en mi desvelo eres deseada y amada.



Es que a pesar que ten tengo en el alma,

eres añoranza en mi lecho frío y vacío,

cuando tu calor se disipa en la sábana,

sin tu piel que hace en mi cuerpo Estío.



No es reproche ni que me falte tu amor,

sólo nostalgias que me dan la alborada,

porque sé que también te falta mi calor

y tus deseos también enfrían tu almohada.



Más no sientas ausencia ni distancia,

que de mi no estás ausente ni lejana,

porque entre almas no hay ausencia,

ni soledad en el suspiro que se exhala.



En estas letras escritas en el alma,

van mis ansias, deseos y anhelos

y aun sin dormir en la misma cama,

si nos cobijan los mismos cielos.



Por eso amada mía, no desesperes,

que no impide amarnos la lejanía

y entre noches, días y amaneceres,

siempre seré tuyo y tú …Serás mía.



Autor: Víctor A. Arana.

(VÍCTOR SANTA ROSA)

Enero 12 del 2020.

(Dedicado)