Carta a los indios

Un loco que sueña y cree en la máquina del tiempo ya preparó su plan: mandar una carta a los indios:

Queridos indios de la gran isla no descubierta por colón, denme un lugar a ese mundo. Debo saber si es verdad que el amor que tienen es igual al nuestro. Yo no entiendo porque creen que frotar los pies del otro cura las enfermedades de los dioses, por decir en cuanto a todas sus creencias. Me parece muy interesante lo que ustedes viven mis queridos hombres naturales. Deben de ser muy inocentes dirá algún hombre artificial, ¿no creen? Pues yo considero una vida muy inteligente la que ustedes hacen, ojalá pudiera haber visto las estrellas y el sol como ustedes lo hacen. Pues además, creo que nosotros también somos indios, indios débiles. Ustedes fueron los primeros y los más fuertes y sanos, ya que uno se pone a pensar que de ustedes se fue evolucionando la vida hasta llegar a nosotros. Son el comienzo de nuestra raza, no es así? Háganmelo saber si me equivoco.
Tengo un viejo amigo que dice haber sido indio en la vida anterior, y la verdad es, que le creo, y mucho. Si ustedes lo vieran comer, dios mio, si que da pena dira algún ser artificial de hoy en día. Hay veces que prefiere dormir en el piso antes que la cama, dice que es muy incomodo hundirse, siente como si estuviese muerto, como si fuese una nube o un ataúd. La otra vez lo encontré mirando el cielo, y cuando le pregunté, me contestó que se estaba comunicando con Dios. Yo ya no se que pensar, pero mi amigo hace cosas muy interesantes que no se ven nunca por aquí en esta ciudad de plástico con pegamento. Esta carta que les escribo espero que alguna vez les llegue, por ahí en algún momento del tiempo y de la existencia de la raza humana, si es que sigue en pie, irán a inventar alguna máquina del tiempo, y quisiera enviarles esta carta para ver si me dejan compartir su mundo con ustedes, al menos algunos días si es posible, yo les aseguro que no soy como otros, no asesino sin razón. Amigos, los quiero, espero verlos y comer jabalís juntos, danzar junto al fuego y laburar como tremendo hijo de puta. Soy un pobre ser humano que se va a extinguir por sentir demasiada presión del ser humano mismo, cuando yo quisiera antes de morir sentir lo que es el olor a naturaleza viva. Amigos, sueño con ver mi continente antes del 1492, dejaría mi vida por ustedes.
Agradecido,
Budda Calvo