Carta a mi gran amor # 1

Laja, Abril de 2007.-


Ya no tengo ganas de hablar, se ha borrado la sonrisa de mis mejillas... he perdido a la ilusión de mi vida, por un momento y ya creí haber encontrado mi fuerza de vivir, la razón de mi vida; el sonido de mi dulce melodía se ha marchado, la busqué y no le pude hallar... y es que ya me había acostumbrado a tus palabras, al aroma de tus caricias, caricias que llenaban y estremecían del todo mis sentimientos, aquellos que hicieron brotar palabras y suavidad desde lo profundo de mi alma. Palabras que ni la razón ni la vida jamás comprenderán. ¿ Dónde se quedó aquel amor?, hacia dónde huiste amada mía?... pasan los días y aún no te puedo hallar... te miro a los ojos y me esquivas, como queriendo negar todos los sentimientos que nos hicieron ennervecer de amor, amor inevitable, amor inexcusable...

Cómo te escapaste de entre mis dedos, hasta mis huesos se quebrantan de dolor al no poderte recuperar; te veo sonreír, te veo cada día cómo ves pasar la vida sin siquiera tomar en cuenta el tremendo dolor que llevo dentro. Si fuera mi cuerpo transparencia podrías ver cómo mi corazón se quiebra en pedazos, cómo tu silencio rompe día a día las pocas fuerzas que me quedan, cómo tus esquivos ojitos me hacen quebrantar y romper en amargas lágrimas que ruedan sobre mis mejillas; no sabes cuánto extraño el gran cariño que sentías por mí...

Te hecho tanto de menos preciosa mía, de vez en cuando veo en tu mirada el dolor y la sensación de un corazón afligido, impotente de no poder cambiar la triste realidad de nuestras vidas, que reflejan en nuestros rostros el amargo sabor de un amor imposible...

Ya no tengo ganas de hablar, mi rostro sigue aún sin poder sonreír... Por hoy basta de escribir, he de volver a mi irrealidad, una vez más me pondré el trajecito de paz y tranquilidad, les fingiré estar bien, buscaré en qué distraer mi tiempo, pero sé que muy luego... allí en la soledad de la noche, con el mal sabor de mi alma te recordaré, te extrañaré, aferraré mis brazos contra mi almohada y te lloraré... y qué importará a alguien si será una de las tantas noches en que derramaré mi corazón en llanto de sangre por ti... Te extraño, como nunca antes lo había hecho por alguien...



Quien te extraña demasiado