Carta abierta al pueblo ruso

Hoy escribiré estas sinceras palabras, modestos vocablos de un hombre sencillo como lo soy yo. Son voces de agradecimiento para la antigua Unión de Repúblicas Socialistas y Soviéticas.
Gracias por la esperanza, por habernos hecho soñar a los pobres del mundo en un destino diferente y superior.
Luego de la revolución de octubre y casi durante un siglo los parias y desposeídos pensamos que si no era para nosotros; quizá lo sería para nuestros hijos o alguna generación posterior alcanzaría un pleno desarrollo físico, emocional, espiritual; esto es, que finalmente nos convertiríamos en humanos completos con todos nuestros derechos. Pero luego llegaron pésimas noticias ni vosotros, valeroso pueblo ruso, estabais logrando ese propósito ideal; vuestros mismos dirigentes, convertidos en una burocracia aburguesada, socavaban el crecimiento y décadas después cayó la única esperanza en el orbe para la gran mayoría de hombres y mujeres del mundo: se había derrumbado la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
En ese momento supe lo que vendría y hoy casi tres décadas después se han confirmado mis temores y la contrarrevolución se adueña del orbe. Valiente pueblo ruso, quizá, sumido en vuestras propias miserias nunca supisteis que los proletarios del mundo os miraban con optimismo.
Ahora los poderosos volvieron humo el sueño que alguna vez habéis sostenido vosotros, con vuestro sufrimiento. Pero algo extraordinario ha de haber en vuestra idiosincrasia, en vuestra sangre por haber producido tantos genios y en tan diversas artes como la literatura, la música y la pintura; por haber derrotado al sanguinario ejercito nazi. Tal vez estabais impulsados por la fe y esperanza que os daba la construcción de la nueva sociedad. Sí, algo singular debéis tener pues sois la nación que empezó a crear la utopía y a hacernos soñar a nosotros los demás trabajadores de la tierra. Vosotros me disteis una juventud plena de sueños y esperanza en la humanidad y en el futuro. No obstante, hace muchos años, desde muy joven, supe que en la antigua unión no se construía el comunismo, que este solo ha existido en las primitivas comunidades al comienzo de la civilización; anhelaba con todas mis fuerzas que enderezarais el rumbo; sin embargo nunca sucedió y ahora el sueño esta hecho añicos… Empero, hermano y valiente pueblo ruso hoy quiero daros las gracias con mis espontáneas palabras por haber intentado erigir la utopía y hacer renacer la esperanza.

 

Si amigo,un punto de mira en nuestra juventud aunque al final ha sido una utopía.En mi niñez,tuve la oportunidad de conocer a un dirigente comunista que es familiar(primo de mi madre),estuvo en la cárcel hasta la amnistía política de 1975 (muerte de Franco).Conocedor de mis ideales me decía...no te metas en política que es un túnel sin salida.Un personaje digno de conocer.Saludos poeta.