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Carta de amor II

Tema en 'Prosa: Amor' comenzado por Ricky84, 17 de Agosto de 2021. Respuestas: 0 | Visitas: 342

  1. Ricky84

    Ricky84 Poeta recién llegado

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    16 de Agosto de 2021
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    Hombre
    Hola…

    Hoy encontré un viejo cuaderno de cuando estuve en cuarto de primaria. Es de Ciencias Naturales.

    Empecé a repasar sus páginas y en una de ellas me topé con una flor, o bueno, lo que queda de ella, una especie de esqueletito medio sonrosado, medio pálido, que pareció suspirar recién sintió mis ojos viéndolo. No es una rosa, pero tampoco sé qué tipo de flor es. Ojalá estuvieses aquí conmigo para sacarme de la duda, pues recuerdo tu gusto por las flores en todas sus formas y colores… ¿seguirás plantándolas en el patio de tu casa? Quizás sí, aunque ya luego me lo contarás.

    El caso es que si bien la flor me causó sorpresa y grata recordación hacia aquellos años, lo mayormente sorpresivo, lo que trajo a mí infinidad de recuerdos, fue lo que hallé debajo de aquel esqueleto apenas colorido que alguna vez se sintió flor. Son unos versos míos, apenas tres, muy sencillos y escritos con la ingenuidad que ya no tengo, que en ocasiones quisiera tener. Se leen de otra manera, hasta sentí algo bonito al leerlos, pues se nota que me esforcé por escribir con perfección cada letrita, y lo digo porque mi caligrafía nunca fue de las mejores, aún hoy me da pena que mis amigos de la universidad, cuando les presto los apuntes, vean esos garabatos que juegan a ser letras, que quizás se sueñan siéndolo.

    Los versos terminan con un «Te amo, mi florecita silvestre», seguido de un nombre en mayúsculas, remarcado y con un corazoncito sobre el palito de la «I». Unos renglones más abajo puede leerse «Hoy tengo que hablar con ella». Apenas leí esto último, recordé el día en que lo escribí, y me acordé de ti y de mí, de dónde estábamos por aquél entonces. Si la memoria no me falla, tú andabas en algún lugar del patio de recreo, de seguro observando las flores que crecían por allí, o persiguiendo mariposas. Yo andaba en el salón porque la profesora de Castellano me había castigado por tartamudear declamando un poema.

    Esa tarde no hablamos. Tampoco al día siguiente ni los que llegaron después. Nunca pudimos hablar, o mejor, nunca tuve el valor suficiente para hablar contigo, incluso al año siguiente me cambié de grupo y de jornada escolar. Por años llevé ese nunca a cuestas y justo hoy, al abrir aquél viejo cuaderno y (re)encontrarme con mi pasado transfigurado en una flor, entendí que un nunca puede transformarse en un quizás y éste en realidad, en la realidad de un nosotros (con)formado por vos y yo.

    Estoy de visita en casa de mis padres desde hace una semana, y me regreso a la capital en quince días, así que cuando quieras escuchar estas palabras de mi boca, mirándome a los ojos, ya sabes dónde ubicarme. Aunque sabes algo, si no vienes, yo iré a buscarte el próximo miércoles, a eso de las tres de la tarde.

    Llevaré la flor para que vos me digas qué tipo de flor es. También llevaré otras flores, lirios del Japón, tus preferidos, como para ver si lo que sentí de niño, lo mismo que sigo sintiendo ya de grande, aflora en tus labios y va sonrojándose en mis mejillas si es que tengo la suerte de que me digas que sí, que sí quieres ser mi novia, la otrora florecita silvestre despertando de nueva cuenta en el jardín secreto de mi corazón.

    Hasta pronto. Con cariño,

    El Ri
     
    #1
    A Mar_ y Troto les gusta esto.

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