Carta de schrÖdinger

Me voy a volver completamente loco. Probablemente no me crean, pero no he contado esto y encontré esta instancia propicia para contarlo, ya que, por cosas evidentes de la psique humana, me desahoga un tanto tal hecho.
Hace 4 años tuve una experiencia de la cual desperté impresionado. Era un día N de agosto, lo recuerdo porque era mi cumpleaños y el sueño fue particularmente extraño. Hasta ese entonces creía que el mundo era tal como todos lo ven, tal cual es cuando miras por la ventana, tal cual es cuando ves la televisión, tal cual es cuando oyes la radio, en fin, tal cual lo vives. Ése día me acosté y al cabo de un tiempo me desdoblé accidentalmente, vi mi cuerpo con mis propios ojos y todo eso que dicen aquellos quienes se desdoblan, nada raro hasta ahí, salvo por el hecho de que en cierto momento percibí una entidad y digo entidad porque no la veía, sin embargo sentía su presencia; esta entidad me hablaba con mi propia voz y yo no podía entenderlo porque si bien por un lado pensaba que me hablaba a mí mismo, por otro lado no tenía acceso a lo que la voz me diría; era como lo digo, tal como si hablase con un extraño. Le pregunté quién era, y me respondió que era alguien que tenía que hacer un intercambio o algo así, no recuerdo bien. Me dijo un nombre que no recuerdo, que tenía una cantidad disparatada de años y que era lo que comúnmente se le denomina “ser de luz”. Le pregunté qué quería, por qué me hablaba, y me respondió que estaba buscando a alguien que aceptase su testamento. Yo tenía miedo y quería despertar, mas no pude.
La entidad me dijo que no tuviera miedo, pero que si aceptaba lo que pretendía darme iba a cargar una cruz por el resto de mi vida. Le pregunté por qué quería dármelo a mí y no a otro y me respondió que en algún momento iba a hacer un gran favor no sé a quién, no recuerdo. Yo le dije que no quería nada, que sólo me dejara ir para despertar y me preguntó si acaso quería saber lo que me estaba ofreciendo. Lo pensé un poco y luego de un momento le dije que sí. Entonces me dijo que tendría el poder para ver espíritus, para ver el futuro a corto plazo, para leer la mente de algunas personas y una infinidad de cosas que no recuerdo. Cabe destacar que siempre quise ser especial por lo que la idea me gustó un poco; acto seguido, le dije que aceptaba pero que antes me dijera porqué aceptar tales dones conllevarían el acarreo de una cruz por mi parte durante el resto de mi vida, y me contestó que sólo una palabra lo describía todo: no la recuerdo. Y fue así. Desperté muy cansado recordando todo claramente como si se tratase de un sueño lúcido.
Ese día mi vida cambió. Les cuento, abiertamente que después de aquella experiencia, pasaron días, semanas, meses y no noté ningún cambio y ningún poder extraño; al tiempo olvidé el incidente aun que confieso que estuve largo tiempo un poco temeroso.
La cuestión es que cierto día en que me dormí tuve un sueño del cual no entraré en detalles, sólo diré que viví aproximadamente una semana en 5 horas. O sea, un sueño que duró menos de 5 horas me produjo experiencias y percepción del tiempo de una semana incluyendo el dormir y despertar respectivos. Fue extraño y no lo niego, me había pasado antes y creo que a todos nos ha pasado, pero nunca tanto tiempo como una semana. Me sentía extraño, estaba dudando de la realidad.
Posteriormente me empezó a pasar más seguido hasta que empezó mi pesadilla. Fue cuando estaba en el cerro Santa Lucía, ya que suelo ir allí regularmente. Bueno, recuerdo que había un hombre apoyado en una de aquellas barandas de metal que hay en el cerro y de súbito se lanzó por las rocas. Quedé impactado, terriblemente afectado por lo que vi y deseando que tal cosa no hubiera pasado, pero para mi sorpresa de un segundo a otro aquel hombre seguía ahí mirando por las rocas y se marchó. Me costó entenderlo en ese momento, es como si el tiempo hubiera vuelto atrás y el hecho hubiera cambiado. Esto me empezó a suceder regularmente, las cosas que había experimentado de un modo se desvanecían para luego ser totalmente distintas. Me empecé a asustar porque pensaba que padecía esquizofrenia o algo por el estilo.
Por esos días mi pareja me acompañó a realizarme exámenes, tuve que mentirle y decirle que estaba viendo personas que se me aparecían y hablaban, incluso, intencionalmente fingí hablar con alguien inexistente para que ella creyese. Lamento profundamente haberla asustado, porque lo hizo bastante. El asunto es tal que me acompañó e hice todo ese montaje para no ir solo, porque me aterraba la idea de estar padeciendo algo terrible y tener que soportar ese momento completa y solamente solo.
Aconteció que según los exámenes resulté normal y no tenía ninguna enfermedad. Yo mismo y con más valor que la primera vez fui solo para convencerme de ello y los resultados seguían normales. Ahora lo sé, soy normal. No tengo ningún problema mental ni daños cerebrales, sólo que comprendí que tengo el don para alterar los hechos, o dicho más técnicamente, puedo saltar entre realidades posibles. A veces lo hago por entretención, a veces por necesidad, pero ocasionalmente vienen a atormentarme las dudas de que probablemente tenga alguna enfermedad y esté loco, pero todos quienes me conocen me consideran normal, porque lo he preguntado indirectamente, y todo a mi alrededor luce normal. A propósito del ser de luz, jamás tuve los poderes que me dijo que tendría, salvo la lectura de pensamiento que a ratos logro, pero a parte de eso sólo tengo esta cruz que me mortifica a menudo.
Desearía ser normal, que nada de esto hubiera acaecido, porque a veces me siento como una especie de personaje de cuento de ciencia ficción y que estoy alterando cosas que tal vez no debo.
No quiero consejos ni nada por el estilo, no quiero psiquiatras ni psicólogos. El año pasado por dudas fui con una psicóloga y en las sesiones llegó un punto donde trató de convencerme de que todo esto era producto de fantasías mías, pero le leí el pensamiento y le dije cosas que sólo ella sabía, lo cual la dejó bastante impresionada, tanto así que me estuvo persiguiendo durante una semana.
Durante un tiempo intenté llevar mi vida normalmente, y regularmente se me presentaban coincidencias extrañas. Yo sé que tenía que ser fuerte para no usar este don de alterar los hechos, pero a ratos lo hacía inconscientemente.
Lo que en la actualidad me apesta de toda esta situación es que de pronto dudo de la realidad y creo que eso es lo que tarde o temprano me terminará por volver loco de verdad.
No me interesa si me creen o no, fue difícil para mí resistirme a la tentación de utilizar mi don, tanto así que actualmente lo utilizo (a regañadientes), con remanencias de temor, pero lo utilizo. La verdad, estoy un poco más desahogado, pero sé que mi angustia volverá en algún momento.

SCHRÖDINGER

 

Interesante, sería bueno investigar casos similares, y que ha sucedido en la mayoría de estos.